Tener un buen escritorio, que se adapte al espacio, que sea del tamaño suficiente para estar cómodos, bien iluminado y sobre todo, que esté ordenado son los puntos clave para rendir en el trabajo. El caos genera estrés y disminuye la concentración, incluso sin ser conscientes que el motivo de ello es el desorden. Toma nota de los trucos más efectivos, rápido de aplicar y baratos para tener un escritorio con la que todas soñamos.
Tanto si trabajas en casa como en la oficina, disponer de un escritorio bien organizado es la clave para que la concentración fluya desde el primer instante. El desorden puede hacer que nuestro cuerpo libere cortisonal, la hormona del estrés vinculada a las reacciones de alarma y en consecuencia, nos sintamos más ansiosos, indefensos y sobrepasados. Nuestra mente es bombardeada con muchos estímulos y hace que nos distraigamos con mayor facilidad.
Así, tener el escritorio ordenado es básico. Y hoy en día no hay excusa que valga para tener un dormitorio ordenado con el sinfín de opciones que existen: desde cajones, estanterías, frascos... Te contamos los mejores trucos para tener un escritorio súper ordenado.
Los estantes son el ideales para guardar todo tipo de accesorios: desde libros, marcos de fotos, plantas, velas, libretas, cuadros pequeños... Además, con al gran variedad de diseños que hay actualmente, encontrar la perfecta es tarea fácil. De madera, metal, con una estructura, individuales y mucho más.
El único inconveniente que tienen las estanterías es que son abiertas al público, no hay forma de esconder lo que hay en ellas a menos que se ponga en cestas o cajas. Así, los estantes se convierten en el rincón para decorar con aquello que no importa que esté a la vista o incluso, convertirlo en un rincón con objetos de diseño. Un mini museo personal.
Para agregar en las estanterías o para poner encima de la mesa, los archivadores son una buena herramienta para mantener todo bien organizado. Además, si añades etiquetas en los laterales con lo que tienen dentro, encontrarlo en un momento posterior va a ser muy sencillo. La forma perfecta de tenerlo todo perfectamente clasificado y ahorrar tiempo de búsqueda. ¡Lo vas a agradecer!
El lugar que ocupa cada material es importante. No basta con poner un estante e ir colocando. La planificación es la clave de éxito y el truco está en ordenar los objetos en función de su usabilidad. Así, guarda el material que utilices con menos frecuencia en la parte superior y en los de abajo los que más. Y los cables, cargadores y similares guárdalos en cestas para que no estén a la vista.
¿Y si en vez de tener tirados los bolígfraos los tienes bien ordenados en botes? De esta manera no importará tenerlos en la mesa porque estarán bien organizados y no van a molestar. Un buen truco es guardarlos por tipologías: bolígrafos, lápices, rotuladores, marcadores...
Pero en el caso que la mesa sea muy pequeña, una solución es guardar los frascos en las estanterías. Estarán un poco más elevados pero serán igual de fáciles de encontrar y efectivos. Así, seguirá reinando el orden y dispondrás de toda la mesa para los materiales del trabajo. Asegúrate, pero, que los estantes no son muy arriba optando por individuales que puedes colocar a la altura que desees.
Junto al ordenador, al teléfono o con tu agenda. Los blocs de notas son muy efectivos para apuntar aquello que seguro no te puedes olvidar de hacer. Un básico en todo despacho. Y además de ser muy funcionales, actualmente también hay diseños que son muy bonitos haciendo que sea un objeto decorativo más.
Igual que los cajones, las bandejas también son perfectas para guardar hojas y similares. ¿La diferencia? Todo que da a la vista. Para la mesa o los estantes, las bandejas son perfectas para guardar documentos que tenemos que consultar durante el día a día. Y sobre todo, destina cada una para un uso distintivo para conseguir un plus de orden.
Agregar cajones en la parte inferior, encima de la mesa o colgados en la pared es el truco por excelencia para mantener el orden en el escritorio. No importa donde terminen encajando pero siempre apuesta por añadir algunos. De tres, cuatro, cinco pisos y más. Todo bien guardado, y nada a la vista.
Si no dispones de apenas espacio para colocar un escritorio no significa que tengas que renunciar a él con la infinidad de diseños que hay en la actualidad. ¿Una buena opción? Las mesas de escritorio abatibles. En el momento que desees usarla solo tienes que abrirla y una vez termines, la pliegas y listo. El único inconveniente es que no puedes dejar nada encima, todo tiene que guardarse.
Una lámpara de mesa o una lámpara colgante. Incluso hay diseños con una pinza en su estructura para poderse colgar en cualquier rincón. La cuestión es que una luz siempre debe haber en el escritorio, y el modelo dependerá el espacio que cada uno tenga.
Las pizarras han evolucionado de su estructura inicial, para dar lugar a una infinidad de variedades para cubrir todas las necesidades. Si anteriormente se concedían como el lugar para pintar y dibujar por excelencia de los pequeños de la casa, hoy en día se encuentran presentes en muchos espacios: en la cocina para la lista de la compra, en el despacho para dejar notas, etc.
¿ Compartes despacho y estás buscando la forma de marcar una ligera separación entre mesa y mesa? Los divisores de escritorio son muy funcionales. Un buen ejemplo es el de Ikea de la foto, que incluso cuenta con espacios de almacenaje.
Estos son los trucos más resolutivos para que tu oficina esté más limpia que nunca. La forma de encontrar la paz mental que tan necesaria es para afrontar el sinfín de tareas que la rutina nos depara. La clave: nada encima de la mesa y mucho en los alrededores pero bien organizado.
20 de enero-18 de febrero
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