Soñamos con tener una cocina bonita, grande y luminosa, de esas que nos enamoran en los programas de reformas de la tele. Además, hemos aprendido los mejores trucos para tenerla siempre en orden (y, de paso, adelgazar). Pero, ¿qué pasa con la limpieza de los electrodomésticos? Tan importante como que sea de revista, siga las tendencias y esté bien organizada, es que esté limpia. Así que hemos tomado nota de los consejos de madres y abuelas para mantener siempre impecables y como nuevos el horno, la lavadora, la nevera, la campana, la placa... ¡Y en pocos minutos!
Por muchos productos de limpieza de hogar milagrosos que haya en el mercado (y acumules en el armario), al final, siempre volvemos al vinagre y al bicarbonato como nuestros mejores aliados para limpiar y desinfectar superficies de forma eficaz y, además, responsable con el medio ambiente.
El vinagre blanco, además de ser un producto natural que no contamina, nos ayuda a eliminar restos de cal, es desengrasante, desodorizante y elimina las bacterias, y es perfecto para limpiar la lavadora, el fregadero o la placa de cocina (que se quedará mucho más brillante, además).
El bicarbonato, por si fuera poco, también es absorbente, desatasca y desinfecta, es un gran blanqueador, abrillantador, anti-manchas y anti-grasa. Para limpiar el horno, por ejemplo, y eliminar los restos de grasa después de cocinar, solo necesitas espolvorear un poco de bicarbonato en el cristal de la puerta, extenderlo con un limón partido por la mitad, y retirar la mezcla con un trapo húmedo.
Para limpiar la nevera (ya sabes que además de tenerla en orden para adelgazar, necesitas que esté limpia y libre de bacterias), puedes crear un limpiador casero ecológico mezclando vinagre, agua y unas gotitas de tu aceite esencial favorito. Pon este mix mágico en un pulverizador y en menos de 5 minutos, tu frigorífico estará impecable.
La mezcla infalible de vinagre y bicarbonato es perfecta para limpiar y desinfectar los filtros de la campana extractora, que acumulan grasa y suciedad cada vez que cocinamos. Además, para que esté siempre reluciente, repasaremos los exteriores con una bayeta nueva humedecida con vinagre reducido con agua.
Y para terminar nuestra limpieza a fondo (rápida y sencilla) a la cocina con estos trucos caseros, toca el turno de la placa vitrocerámica que ¡oh, sorpresa! sí se puede limpiar con estropajo sin miedo a arañarla. Además, usaremos piedra blanca y conseguiremos un resultado perfecto: limpia, brillante y como nueva.