¿Correr al aire libre o en el gimnasio?

Con la llegada del buen tiempo, la mayoría de las personas opta por practicar ejercicio al aire libre mientras que los gimnasios se llenan durante los meses de invierno. Si te gusta correr, habrás escuchado todo tipo de comentarios sobre si correr en cinta o practicar carrera en el exterior. Aunque los beneficios que en ambos casos son muy similares, existen algunas diferencias importantes. El Dr. Joaquim Punsoda Bou, miembro de Saluspot y especialista en cirugía ortopédica y traumatología en la Consulta de Traumatología del Dr. Punsoda, nos explica de una forma clara y concisa las ventajas y desventajas de estos dos tipos de running.

Es menos agresivo ya que la superficie amortiguada crea menos tensión en las rodillas y los tobillos. Es ideal para la recuperación de lesiones en el tren inferior. Sin embargo, se precisa mayor solicitud de la musculatura isquiotibial (flexora), pues las piernas solo mantienen la estabilidad y no necesitan ejercer la fuerza de propulsión. De igual modo se limita la lanzada y los movimientos de los brazos, fundamental para mejorar en velocidad.

Las cintas te permiten conocer la intensidad, la duración, la inclinación, el ritmo, las calorías y los kilómetros. Aunque mucho modelos disponen de televisor, suele ser más monótono y aburrido.

En épocas de mucho frío o calor, correr en el interior es más agradable y nos permite seguir entrenando. Es útil en la iniciación de un corredor para valorar la técnica de la zancada. Debemos destacar que a mayor profesionalidad se decantarán por correr al aire libre y en caso de aficionados con falta de tiempo preferirán correr en una cinta en el gimnasio.

Por último, al tratarse de un terreno regular requiere menor esfuerzo muscular y control del equilibrio. De este modo, entendemos que se consumen muchas menos calorías.

Como principal inconveniente nos encontramos que debido a la dureza y las inclinaciones del suelo, las articulaciones del tobillo y de las rodillas se sobrecargan. Sobre todo en los corredores con desalineaciones en las extremidades inferiores.

Las condiciones extremas de frío, nieve y calor sofocante merman en las ganas de correr en el exterior. Sin embargo, cuando el tiempo es bueno se puede disfrutar de la variedad visual del paisaje siendo mucho más ameno.

Al practicar carrera en el exterior se suda más y se gastan más calorías, pues un terreno irregular obliga al equilibrio del cuerpo utilizando mas músculos. La resistencia al viento incrementa el consumo calórico en un 10%.

No olvides correr por parques o zonas verdes ya que así se produce una mayor ingesta de oxígeno.