Hora de flexionar
Con estas cuatro asanas, conseguirás recuperar la flexibilidad y reactivar tus órganos internos
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Colócate sentada en la esterilla, con las piernas estiradas hacia delante, la espalda recta y los pies en flexión. Al inspirar, levanta los brazos estirados y, al espirar, inclínate hacia delante desde las caderas y baja las manos hasta sujetar los pies. Al inspirar de nuevo, alarga la cintura y, al espirar, inclínate un poco más, acercando más el pecho a las rodillas. Con cada espiración, profundiza un poco más la flexión sin hacer rebotes. Palabra de experta. Es importante no forzar y practicar la postura acompañada de una buena respiración para notar mejoras.
Empieza sentada en la esterilla, con la piernas estiradas y la espalda recta. Dobla la pierna derecha y presiona la planta del pie contra el muslo izquierdo. Cuando inspires, levanta los brazos por encima de la cabeza alargando el tronco. Al espirar, inclínate hacia delante y baja las manos para sujetar el pie o el tobillo de la pierna izquierda. Con cada espiración, aumenta la flexión, sin redondear la espalda. Palabra de experta. Con esta asana tonificarás tu espalda y calmarás tu mente.
Sentada, con las piernas estiradas, dobla la rodilla derecha y sube la pierna por encima del muslo izquierdo. Apoya la planta del pie derecho en el suelo y coloca la rodilla derecha, apuntando hacia arriba. Al inspirar, levanta el brazo derecho, estirando la columna y, al espirar, gira el torso hacia la izquierda. A cada inspiración, alarga un poco más la columna y, a cada espiración, gira un poco más. Palabra de experta. Si el codo no llega a pasar del otro lado de la rodilla, abraza la pierna derecha con el brazo izquierdo.
Empieza sentada en el suelo, con las piernas dobladas. Pon las manos atrás en el suelo para bascular el tronco hacia atrás, con la espalda recta. Al inspirar, levanta los pies del suelo, busca el equilibrio en las nalgas y mantén las pantorrillas paralelas al suelo. Al espirar, estira los brazos hacia delante paralelos al suelo. Si puedes, estira las piernas. Palabra de experta. Esta postura tonifica los músculos de la espalda y los riñones, pero debes evitarla si estás embarazada, tienes la regla o dolor en la espalda.
'Mi diario de yoga', Gribalgo / Women's Health.