Dime qué yoga practicas y te diré quien eres

El yoga es una disciplina tradicional que se originó en la India y que combina el físico y la mente para llegar a un estado de completa armonía. Existen múltiples variaciones del yoga y elegir uno u otro determinará tu personalidad.

El hatha yoga es el más físico de todos y muy popular en algunos países de Occidente como Reino Unido. Muchos lo consideran una práctica básica que te introduce en las posturas claves y te enseña a respirar. También es una introducción para alcanzar la flexibilidad que te ayudará a conseguir posturas más avanzadas.

Si has escogido este tipo de yoga quizás estés empezando o puede ser que te interesa la parte más física del yoga, aunque con la práctica habitual el hatha yoga te ayuda aplicar los mismos métodos de disciplina del cuerpo a la mente. Las posturas de este yoga intenso es para principiantes . Los hathas usan ropa cómoda que no restrinjan su movimiento y se preocupan poco por las tendencias de moda que ahora parecen haber triunfado en algunos sectores del mundo del yoga.

Sus prácticas consisten en una secuencia de posturas, cada una relacionada con la anterior, y cada movimiento se hace al ritmo de una exhalación o una expiración. Es una práctica rígida que se enfoca en tres elementos: Dristhi, enfocar tu intención en cada práctica, banda, contraer determinadas zonas del cuerpo como el perineo o el abdomen y pranayama, el ciclo de la respiración y el movimiento.

Si te gusta la rutina y no llevas bien los cambios esta es tu práctica. Puede ser lenta e intensa. Sudarás mucho así que lo mejor es llevar camisetas de tirantes, pantalones cortos y una toalla. Es el yoga más duro de todos y es mejor que no sea el primer tipo de yoga que practicas.

Es un estilo dinámico en el que se intenta hacer corresponder los movimientos con la respiración en cada postura. Está basado en un ashanga tradicional pero es menos estructurado. Las clases suelen ser temáticas, por ejemplo, la apertura de caderas o de espaldas, o el fortalecimiento de los brazos.

Es una de las formas de yoga que más se practican en los gimnasios y en los estudios. Si te gusta el movimiento y necesitas un poco de calma este yoga es para ti, la ropa puede ser ajustada siempre que te permita amplia libertad de movimientos. Lo practican más mujeres que hombres, y en las clases suelen juntarse alumnos de diferentes niveles.

Son series de 26 posturas hatha y son ejercicios de respiración que se hacen en una habitación a 40 grados. El calor ayuda a evitar lesiones, a mejorar la flexibilidad y a avanzar más rápido en las posturas. Entre los beneficios del bikram encontramos a la vez un buen entrenamiento físico y un ejercicio de paz para la mente. Esta práctica resulta atractiva para las personas que creen que no hacen suficiente actividad física si no sudan abundantemente y que necesitan tonificar sus músculos. No debe llevarse ropa blanca, y básicamente se debe usar poca ropa, la menos posible. Importante, llevar la toalla. Suelen practicarlo más hombres que mujeres, aunque es apto para ambos.

Es el yoga de la conciencia. Es una combinación de movimiento, meditación y mantra. Está diseñado para despertar la energía en la columna y fortalecer los 8 chakras que son los centros de energía del cuerpo. El objetivo es expandir la conciencia. Se recomienda usar ropa cómoda y de algodón preferiblemente blanca porque, dicen los maestros, “expande el aura y ayuda al proceso de purificación”. Es una clase muy espiritual pero sigue siendo un esfuerzo y entrenamiento físico. Ideal para personas estresadas que necesitan cada día su momento de calma y soledad para estar consigo mismos.

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