A estas alturas parece imposible que no hayas oído hablar de spinning -también llamado ciclo indoor-, lleva años de moda y si eres un poco aficionado al deporte lo has visto anunciado en la mayoría de gimnasios.
Pero si, no eres de esos pocos que no saben de qué estamos hablando, aquí tienes la definición de Wikipedia: "El spinning es un ejercicio aeróbico y de piernas principalmente, donde el monitor o profesor puede mediante el cambio de la frecuencia de pedaleo y de la resistencia al movimiento, realizar todo tipo de intensidades. Es una gimnasia muy adaptable al nivel del alumno, pudiendo ser tan sencilla como un paseo tranquilo o agotador hasta para un ciclista profesional".
Pero una de las cosas más importantes de esta disciplina es conseguir mantener la postura correcta durante una sesión completa de spinning. Y eso, amigas, no es tarea fácil. Cuando el cansancio se asoma dejamos de estar atentos a nuestra postura y comienzan los dolores. Por eso hoy te damos las pautas para que siempre tengas la postura correcta.
Lo primero que tenemos que hacer antes de subirnos a la bicicleta es regular la altura del sillín y del manillar, y la distancia entre éstos. La altura se mide de la siguiente forma: Debemos colocarnos de pie junto a la bicicleta y la altura del asiento debe ser la misma que la de nuestra cadera. Luego, una vez subidos en la bici, debemos asegurarnos de que al estar uno de los pedales en su punto más bajo, nuestra pierna queda extendida, pero con la rodilla ligeramente flexionada.
El segundo paso es ajustar la altura del manillar. El manillar debe encontrarse a la misma altura que el sillín o un poco más arriba, pero nunca a la altura de los hombros. Un manillar demasiado alto hará que tus hombros estén contraídos toda la sesión y por ende la espalda estará mal colocada y cause molestias en la zona cervical.
La cabeza: La posición del cuello debe ir variando. Pero no lleves la cabeza abajo. Cambia de vez en cuando la posición de la cabeza respecto al cuello.
La espalda debe estar recta y alineada.
El core: tiene que estar activo en todo momento.
Pedalear con las piernas abiertas puede provocar lesiones de cadera, por lo que hay que pedalear siempre con las rodillas en paralelo.
Los brazos no hay que llevarlos estirados sobre el manillar o todo el peso de tu tronco reposará sobre el manillar, por lo que lo más adecuado es relajarlos y flexionarlos.
Recuerda que tu cuerpo es un bloque que se mueve al unísono. Que no vaya el tronco por una parte y las piernas por otro. Intenta seguir un ritmo y cuando una pierna baje en la pedalada, que el movimiento vaya acompasado del resto del cuerpo. Evita el vaivén de las caderas.
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