¿Tu pareja está sincronizada? Es el momento de comprobarlo y, de paso, calentar los músculos al tiempo que haces un poco de cardio. Colocaros uno al lado del otro y comenzad a correr sobre el sitio. Tras 10 zancadas, aprovechad la siguiente para chocar las plantas de los pies de las piernas que están en el exterior. Repetid tres veces y cambiad de posición para chocar los pies del lado contrario.
Para despertar y tonificar la musculatura más profunda del abdomen, podéis intentar este ejercicio. Sentaos uno frente a otro y descansad el peso sobre los codos. Estira tus piernas y mantenlas en el aire, mientras tu compañero coloca las suyas entre ellas. Su objetivo durante 40 segundos debe ser escapar de tu pinza y el tuyo, retenerle. Pasado ese tiempo, cambiad para ser tú la que escapa y él quien atrapa.
Si tu objetivo es lucir un vientre plano, probablemente ya habrás probado a hacer planchas. Pero esta variante es más divertida y maximiza el esfuerzo y el resultado. Tumbados boca abajo, frente a frente, elevad el cuerpo apoyando el peso sobre la punta de los pies y los codos. Al mismo tiempo, chocad las palmas de la mano del mismo lado y volved a la postura original. Repetid cuatro veces con cada mano.
Si quieres unos muslos duros como el granito, no pierdas la oportunidad de conseguirlos con tu partenaire de gimnasio. Colocaros frente a frente y flexionad las rodillas como si estuvierais sentados en el aire. Para mantener el equilibrio, sujetaros del antebrazo derecho del compañero y estirando el otro hacia atrás. Entonces, soltaos y cambiad de brazo del que os sujetáis al mismo tiempo. Repetid, al menos, cuatro veces.
Con este ejercicio dinámico beneficiarás a tu espalda y conseguirás estirar los músculos. Sentados en el suelo, con las piernas abiertas y estiradas, los pies contra los pies y la espalda y la cabeza relajados, dale las manos a tu pareja, que debe tirar suavemente de ellas para que te desplaces hacia delante. Alternar vuestra posición dos veces.
Y además...