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A ver comencemos por algo elemental: tener un poco de grasa abdominal es bueno porque protege tu estómago, intestinos y otros órganos delicados. Pero demasiada grasa es cualquier cosa menos saludable. Las células de grasa extra que se encuentran en la profundidad de tu abdomen (también conocida como grasa visceral) generan hormonas adiposas y adipocinas, un problema químico que viaja a por tus vasos sanguíneos y órganos, y causan inflamaciones que pueden contribuir a problemas como cardíacos y diabetes.
"Una vez que las mujeres comienzan a perder peso, generalmente pierden un 30% de grasa abdominal", explica Rasa Kazlauskaite, endocrinóloga del Centro de Prevención de la Universidad Rush en Chicago. Pero si no logras deshacerte de esa grasa que tanto te molesta te hacemos un listado con los 10 errores más comunes.
- Estás en una dieta baja en grasa
Para deshacerse de la grasa del vientre, es bueno comer grasa, específicamente ácidos grasos monoinsaturados. Un estudio realizado por el Centro de Investigación de Prevención de Yale comprobó que las mujeres que cambiaron a una dieta con alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados de 1.600 calorías, perdieron un tercio de su grasa abdominal en un mes.
- Has estado triste por un tiempo
Las mujeres con síntomas depresivos eran mucho más propensas a tener más grasa abdominal, según un estudio reciente del Rush University Medical Center. Esto puede deberse a que la depresión está relacionada con la reducción de la actividad física y los malos hábitos alimenticios.
- Tu comida viene de una caja
Los carbohidratos simples (como las papas fritas) y el azúcar agregada (en productos como las bebidas endulzadas) hacen que el azúcar en la sangre aumente, lo que provoca un aumento de insulina, una hormona que estimula al hígado a almacenar grasa en la zona media.
- No consumes magnesio
El magnesio regula más de 300 funciones en el cuerpo. No es de extrañar, entonces, que un estudio de 2013 descubriera que las personas que consumían más cantidad tenían niveles más bajos de azúcar en la sangre e insulina.
- Estás enganchado a los refrescos "light"
Un estudio en Obesity encontró que los bebedores de refrescos diet tenían más probabilidades de tener un alto porcentaje de grasa en sus vientres. Los investigadores piensan que los que toman bebidas light pueden sobreestimar las calorías que están "ahorrando" y luego comer en exceso.
- Consumes mucha cerveza
Según un estudio danés de 2013, la cerveza puede estar relacionada con la obesidad abdominal. Y aunque la cerveza parece tener el mayor impacto, el vino no se salva. El estudio descubrió que la cantidad de alcohol de cualquier tipo que bebían las mujeres contribuía al aumento de peso.
- Tus comidas son beige
Las frutas y verduras de colores brillantes están cargadas de vitamina C, que reduce el cortisol. Además, un estudio reciente publicado en The Journal of Nutrition mostró que las personas que consumían más nutrientes en productos de color rojo, naranja y amarillo tenían cinturas más pequeñas como resultado.
- No sudas lo suficiente
Las investigaciones han demostrado que el entrenamiento a intervalos de alta intensidad, o HIIT, seguidas por cortos períodos de actividad suave o descanso, ofrece beneficios de contracción del vientre. "El ejercicio de alta intensidad parece ser más efectivo para reducir la insulina, los triglicéridos y el cortisol, y también quema más calorías en menos tiempo", asegura el Colegio Americano de Medicina Deportiva.
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