vivir
vivir
Aunque no lo creas no es necesario que te pongas a darle y darle con los crunchs para tener abdominales. Si eres de las que prefiere nadar tenemos buenas noticias, puedes conseguir tu tripa plana mientras juegas en la piscina.
Abdominales en el bordillo
Mantén los codos fuera del agua, en el borde de la piscina, mientras que sumerges las piernas. A continuación, elévalas de la misma manera que harías si estuvieses fuera de la piscina hasta la altura del pecho, pero no sobrepases la línea de las caderas con las rodillas.
Nada a crol apretando el abdomen
Para realizar este ejercicio, aprieta el abdomen durante todo el recorrido. Intenta mantener en la superficie del agua la cadera, los hombros y la espalda. Haz 4 largos de 100 metros con quince segundos de descanso entre cada uno.
Elevaciones de tronco
Para ello colocaremos los gemelos apoyados al borde de la piscina, de modo que doblemos las rodillas y el resto del cuerpo quede dentro del agua. Partiremos de estar agarrándonos las piernas con los brazos para soltarnos e inclinar la espalda hacia atrás para concentrar toda la tensión en la pared abdominal. De este modo, y sin sumergir la cabeza en el agua, nos elevaremos a tocar las rodillas con el pecho haciendo que el abdomen se contraiga, y así sucesivamente.
Pedaleo
Haz el movimiento de pedalear, como si estuvieses haciendo bicicleta estática, con la cabeza y los brazos fuera del agua. Con este ejercicio podremos trabajar el recto mayor del abdomen y los oblicuos.
La V
Vete a la parte donde no hagas pie e intenta sentarte formando con el cuerpo y las piernas una V. La cabeza y los tobillos deben quedar fuera del agua.
Saltos
Terminaremos la serie con unos saltos: salta abriendo y cerrando piernas y brazos durante un minuto. A continuación, lleva las rodillas recogidas hasta el pecho: el movimiento debe ser rápido. Por último, unos splits o zancadas debajo del agua.