Uno de los motivos principales que nos suelen impulsar a practicar yoga es la paz mental que esta disciplina nos otorga. Supone una desconexión que, en muchas ocasiones, le gana terreno a la parte física que trabajamos en estas clases. Sin embargo, no todos los tipos de yoga son iguales: el más común suele ser el hatha, pero si ya te has iniciado en el, puede te que apetezca probar otros con un punto más de dificultad. ¿Has oído hablar alguna vez del Ashtanga yoga? Si no, te aseguramos que vas a hacerlo, ya que se ha posicionado como tendencia fitness para el 2020.
Se trata de un yoga dinámico que “se diferencia del hatha yoga por la práctica del vinyasa. Vinyasa significa literalmente sistema de movimientos y respiración sincronizados. Y estos movimientos son los que encadenan una postura con la otra”, explican los expertos del centro Ashtanga Yoga Shala. Por tanto, en este tipo de yoga, la secuencia de posturas tiene un orden establecido: se realizan sin pausa, como si de una coreografía se tratase. Por eso requiere algo más de paciencia y bastante concentración.
El control de la respiración es uno de ellos, ya que en este tipo de yoga, la inhalación y exhalación se realizan a través de la nariz, al mismo tiempo que se contrae suavemente la glotis. “Esto provoca una respiración sonora, lenta y regular que relaja nuestra mente y calienta el cuerpo”, aseguran desde el centro Lashala, donde se imparten clases.
Pero la relajación no es el único beneficio, también explican que estas asanas están diseñadas para desintoxicar el cuerpo, alinear los músculos y purificar el sistema nervioso. También ayuda a trabajar la fuerza y la resistencia.
“Ashtanga” en sánscrito significa “ocho ramas o pasos”, que son precisamente los que se siguen en estas clases para realizar el ejercicio, trabajando la conexión de cuerpo, mente y respiración. Y en cuanto a sus asanas, podemos decir que las clases se dividen en tres partes: aquellas con asanas para alinear el cuerpo y desintoxicar; las que buscan trabajar el sistema nervioso; y las que se enfocan en ganar fuerza y estabilidad.
Concretando: este tipo de yoga es ideal para ti si lo que buscas es dinamismo y un puntito más de cardio en tu rutina, sin embargo, quizá no sea el más indicado si es la primera vez que practicas yoga. Antes sería recomendable que te centrases en practicar las asanas básicas.