Claudia Acevedo llegó a la última edición de La isla de las tentaciones otorgando un aire renovado. Quería probar la fidelidad de su pareja , con el que había establecido una relación abiertaen principio que ambos decidieron cerrar. ¿Sabías, por cierto, que todos estos famosos han apostado también por este tipo de relación? . Sin embargo, la canaria no conseguía fiarse de su pareja. La sorpresa se la llevó ella cuando, durante la grabación del reality, empezó a sentir algo por uno de los tentadores (variable que hasta la fecha ella no contemplaba) y acabó convirtiéndose en una de las reinas de la isla –con permiso de Melyssa, que sigue siendo la más querida de La isla en España-.
Finalmente, la cuestión se resolvió sin mayores. Claudia abandonó la isla sola y desde su salida ha recuperado la relación con Raúl, si bien es cierto que lo han hecho sin etiquetas y con mucha calma. Lo sabemos porque los vemos en Instagram, donde comparten risas, momentos y uno de los mayores placeres de Claudia y responsable del cuerpo definido y estilizado que suele mostrar en bikini: el baile.
Durante su paso por el reality fueron muchas las imágenes que vimos de la concursante bailando. Y la verdad es que no se le da mal en absoluto. Pero, ¿hasta qué punto es efectivo el baile como parte de nuestras rutinas físicas? ¿Tiene la capacidad de transformar nuestro cuerpo?
Si te fijas en los bailarines, la gran mayoría tiene un cuerpo definido y una postura erguida. Es cierto que hay rutinas de ejercicio específicas que mejoran estas cuestiones, pero también hay una parte del baile que tiene que ver con potenciar estas características.
Puedes elegir el estilo que más te guste (a nosotras la danza Afro Fusión nos parece increíble). Con cualquier tipo de baile trabajarás los grupos musculares, ejercitarás la fuerza y la flexibilidad y mejorará un montón tu coordinación.
Y si lo que buscas es el complemento perfecto de cardio para terminar de ponerte a punto, el baile es tu aliado. Recuerda que al ser un ejercicio aeróbico, te ayudará en la pérdida de peso. Y no solo eso sino que, además, liberarás un buen chute de endorfinas que te ayudarán a sentirte mejor (mucho mejor).
¿Una curiosidad? En una clase de ballet, una bailarina de unos 65 kilos podría perder hasta 432 kcal en una hora, en baile de salón o disco –si le das con ganas- unas 396 e incluso un, en teoría, inofensivo vals, se puede llevar por delante 216. Eso sí, recuerda que más que una cuestión de números es más bien cosa de disciplina. Así que ponte ropa cómoda, sube el volumen de la música ¡y a bailar!
20 de enero-18 de febrero
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¿Qué me deparan los astros?