Entrenadores personales ¿merecen la pena?

Tienen en Instagram su mejor escaparate y, de hecho, no paramos de ver los resultados en redes sociales: los entrenadores personales de las famosas se ocupan de conseguir puestas a punto físicas increíbles que hacen que más de una se plantee recurrir a sus rutinas , especialmente después de la cuarentena y el aislamiento que disparó una forma distinta de entender el deporte y los entrenamientos.

¿A ti también te ha pasado? No nos extraña. Basta con ver el resultado del entrenamiento de Macarena García para tonificar todo el cuerpo o cualquiera de las chicas que entrena con Crys Diaz (la entrenadora de las famosas) , para marcarte unos objetivos y fantasear con la idea de elegir un buen entrenador personal que te ayude a conquistarlos.

Sencillo: un entrenador personal es para cualquiera que necesite sus servicios. Son muy demandados en casos en los que una persona tiene un objetivo claro y definido (como la pérdida de grasa o el aumento de músculo , por ejemplo) o necesita un empujón y adquirir un compromiso con otra persona para mantener la constancia en sus entrenamientos y no tirar la toalla a la primera de cambio.

Pero, además, son también muchos los que los buscan cuando quieren una preparación específica para afrontar algún reto físico o mejorar alguna condición o incluso personas que sufren algún tipo de lesión y necesitan que sus entrenamientos no solo estén adaptados sino también supervisados por un especialista.

Analiza tu situación. Pon el foco en cuál es tu objetivo y piensa si eres capaz de llevarlo a cabo sola o necesitas ayuda por algún motivo y hasta qué punto tienes margen de tiempo para conseguirlo. No es lo mismo querer tonificar el cuerpo porque te apetece que tener que afrontar una pérdida de peso importante por motivos de salud.

En cuanto a la parte económica, es cierto que supone una inversión mayor que la cuota ordinaria de un gimnasio, ¡pero tenemos buenas noticias! Por un lado puedes comprar algún paquete de los que ofrecen los entrenadores personales a través de sus redes sociales y que, normalmente, ofrecen la opción de elegir entre rutinas de ejercicio y dieta personalizada o elegir una combinación de ambas. También puedes optar por compartir tu entrenador personal con otra persona (no todos lo hacen, pero algunos sí), de tal manera que él reparta la sesión para atenderos a los dos y vosotros compartáis gastos.

Y por último, si puedes y te apetece, regálate unos meses de entrenamiento con un buen personal trainer. Te aseguramos (porque lo hemos probado en nuestra propia piel) que los resultados se notan. Vas a aprender mucho sobre ti misma y sobre tu cuerpo y no supone un machaque físico tan grande como crees. Es más: es probable que tú por tu cuenta inviertas mucho más tiempo y de manera menos efectiva que cuando alguien que sabe te dice qué hacer y cómo hacerlo bien para que el trabajo se note.

¡Y además no es para siempre! A no ser que tú quieras, claro. Tu entrenador personal te irá haciendo tablas y enseñando distintas rutinas que tú podrás seguir haciendo una vez que vuelvas a entrenar por libre. Nuestro consejo: si quieres (y puedes), merece la pena.