Independientemente de la modalidad de yoga que elijas , lo cierto es que siempre vas a encontrar uno que se adapte a tus posibilidades y objetivos. ¿ Hatha o vinyasa yoga ? Tú decides. Y la pose que aquí tienes, Ardha purvottanasana, está emparentada con la phalakasana , pero con unas variaciones que la convierte en magnífica para principiantes que buscan mejorar la flexibilidad, propiciar un vientre plano y, mucha atención, mejorar la autoestima.
Para realizar en la postura, siéntate con las piernas extendidas en dandasana (postura del bastón). Dobla las rodillas y lleva los pies hacia los isquiones, esos huesos que tenemos en las nalgas y que puedes sentir si te sientas sobre tus propias manos con las palmas abiertas. Presionando esas palmas contra la colchoneta, comienza a levantar las caderas hacia el cielo hasta que los muslos queden paralelos al suelo.
Es importante mantener las rodillas en un ángulo de 90 grados con respecto a los muslos. Los dedos de los pies tienen que apuntar hacia el final de la colchoneta. Se puede colocar un bloque de yoga entre los muslos para asegurar una alineación correcta. Y las palmas de las manos deben estar directamente debajo de los hombros con los dedos apuntando hacia los pies. Finalmente, lleva la mirada al cielo y mantén la postura entre seis y ocho respiraciones. Para salir de la pose, baja con cuidado los isquiones hasta situarlos sobre la colchoneta.
Ardha purvottanasana se conoce también como la postura de cangrejo o la postura de mesa inversa. Aunque inicialmente parezca una posición difícil de hacer, no lo es en absoluto. A cambio, podrás disfrutar de innumerables beneficios. Por ejemplo, fortalece los hombros, los brazos y las muñecas mientras promueve la salud del corazón y los pulmones. También f ortalece el core y ayuda a aliviar el estrés físico.
Pero es que también hay enormes beneficios espirituales. Así, se dice que practicar Ardha purvottanasana activa el chakra anahata (corazón), que está asociado con el amor, la conciencia y la creatividad. También promueve el flujo de prana, mejorando así el bienestar físico y mental, y fomenta la autoestima, el perdón y la aceptación.
20 de enero-18 de febrero
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