Decir que no te gusta el deporte es como asegurar que la fruta no es lo tuyo. Hay tantos tipos de deportes y ejercicios como frutas, por lo que no puedes generalizar de este modo a no ser que estés buscando una excusa para no mover el cuerpo. Puedes empezar con un deporte suave y amable como puede ser el pilates para ir endureciendo tu entrenamiento con otras técnicas más cañeras como el CrossFit, dependiendo de tu estado físico y de lo que más te divierta. Porque esa es la clave, divertirte mientras haces ejercicio porque si se convierte en una obligación, acabarás abandonándolo.
Hoy vamos a hablarte de un ejercicio que seguro que has visto en los stories de tus influencers favoritas. Se trata del Battle Rope, un ejercicio que proviene del mencionado CrossFit y que consiste en mover unas cuerdas bastante largas y gruesas de diferentes formas para ejercitar tanto brazos como el core. Puede parecer una moda pasajera pero lo cierto es que el Battle Rope involucra una gran cantidad de músculos como el bíceps, el tríceps o los hombros, además de poder incluir otros grupos musculares en el ejercicio si lo combinas con otros ejercicios o posturas.
Este ejercicio requiere un esfuerzo muy alto en todo el cuerpo, teniendo una gran cantidad de beneficios y obteniendo resultados en muy poco tiempo. Eso sí, prepárate para sudar la camiseta, porque no se trata de un deporte suave precisamente. Estos son los beneficios de practicar Battle Rope:
Se trata de un ejercicio de cardio de elevada potencia, sobre todo si eliges cuerdas de un grosor considerable. Practicarlo necesita una gran demanda metabólica, lo que obliga al cuerpo a quemar grasa de manera global y rápidamente. Pero eso no es todo, ya que elimina la grasa localizada en brazos y core, lo que te permite luchar contra la flacidez, las temidas alas de murciélago y fortalecer los abdominales, afinando tu cintura.
Ya hace tiempo que se descubrió que lo ideal en un entrenamiento es combinar el cardio con los ejercicios de fuerza. Y el Battle Rope lo tiene todo, ya que el grosor de las cuerdas y el continuo movimiento de brazos y piernas hace que aumente el tamaño de los músculos. Además, incremente la resistencia muscular, ejerciendo tensión en tríceps, cuádriceps y los músculos del core.
Como te hemos dicho, se trata de un ejercicio de cardio que contribuye al buen funcionamiento del corazón, ya que fuerza al cuerpo a esforzarse al máximo. Cada vez que realizas este ejercicio obligas a tu organismo a bombear más sangre para llevar oxígeno a los músculos, lo que hace que aumente tu capacidad máxima y mejore tu estado de salud general.
Al someter a los brazos a una elevada tensión estamos previniendo lesiones en esta zona, ya que fortaleces los músculos que son más propensos a sufrir daños. Además, refuerzas ligamentos y articulaciones que suelen estar más debilitados que la musculatura.
Existen una gran cantidad de posturas y ejercicios que pueden combinarse para expandir los beneficios al tren inferior y potenciarlos en el superior. Lo primero que debes hacer es escoger una cuerda que no te resulte demasiado gruesa (unos 30 o 40 milímetros) y anclarla a una distancia larga. A partir de ahí, puedes hacer los siguientes ejercicios:
- Doble onda: Colócate en posición erguida, con una cuerda en cada mano y las piernas abiertas a la anchura de los hombros y las rodillas semiflexionadas. Con los brazos a la altura de los hombros, mueve ambos brazos a la vez de arriba abajo, formando ondas con las dos cuerdas.
- Onda alterna: Coloca las piernas en la misma posición, la columna recta y haz un movimiento similar a la doble onda pero empezando con un brazo y luego el otro; así, cuando uno esté arriba, el otro estará abajo, y viceversa.
- Onda lateral: en la misma posición, abre los brazos lateralmente y vuelve a unirlos sin golpearte las manos para conseguir ondas paralelas al suelo con las cuerdas.
- Onda lateral cruzada: es igual que la anterior pero cruzando ligeramente los brazos a diferentes alturas.
- Círculos de hombro: realiza movimientos circulares con los brazos hacia dentro o hacia fuera. No los hagas demasiado grandes para no cruzar ni los brazos ni las cuerdas.
- Golpes: sube las cuerdas por encima de la cabeza y haz el movimiento de bajada de manera muy brusca, como si fuera un látigo.
Estos son los ejercicios básicos, pero puedes combinarlos para involucrar más grupos musculares. Por ejemplo, en lugar de mantener las piernas estáticas puedes hacer sentadillas normales o laterales, zancadas, saltos o incluso colocarte de rodillas. Eso sí, lo ideal sería hacer sesiones de entre 10 y 15 minutos con una duración de cada ejercicio de unos 15-30 segundos a alta intensidad para evitar posibles lesiones.
20 de enero-18 de febrero
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