Cómo caminar bien para adelgazar: esta es la postura perfecta para andar y quemar más calorías

¿Sabes que puedes adelgazar tripa solo con caminar ? ¿Sabes que caminar y meditar dobla beneficios para tu salud ? ¿Y sabes que caminar a intervalos de intensidad es la forma más efectiva para perder peso y ponerte en forma lo antes posible? Si conoces todo esto, solo te falta una cosa: aprender a caminar correctamente. Te puede parecer una tontería, pero no lo es absoluto. Una mala postura andando implica a la larga muchos problemas que implican a varias partes de tu cuerpo. Andar es una actividad que involucra a todo tu cuerpo y para aprender a caminar bien es fundamental concentrarse en cada parte del cuerpo: de la cabeza a los pies.

Cuando estés caminando, concéntrate en ponerte erguida con la barbilla paralela al suelo y las orejas alineadas por encima de los hombros. De lo que se trata es de evitar que tu cabeza vaya bajando lentamente hacia el pecho, que se deje caer. Imagina que quieres alcanzar el cielo con tu cuello y mantén tus ojos al frente. A la vez, trabaja en alargar la columna mientras caminas. Trate de evitar encorvarte o inclinarte hacia adelante, algo que contribuye a ejercer presión sobre los músculos de la espalda.

Tus hombros también juegan un papel clave en la postura y técnica para caminar correctamente. Si sus hombros están tensos o encorvados hacia adelante, puedes llegar a tensar los músculos y las articulaciones de esa zona junto con las del cuello y la parte superior de la espalda. Haz un encogimiento de hombros y déjalos caer relajadamente. Te ayudará a aliviar la rigidez y tensión colocando los hombros en una posición natural que te permitirá mover los brazos con facilidad.

A la hora de caminar, intenta mantener los hombros sueltos y relajados, no tensos ni encorvados hacia adelante. Puedes encogerte de hombros cada cierto tiempo mientras caminas para asegurarte de mantener esa zona completamente relajada y en la posición correcta. Al andar, balancea suavemente los brazos hacia adelante y hacia atrás. Pero hazlo desde los hombros, no desde los codos. Y no muevas los brazos a lo largo de su cuerpo. No levantes los brazos demasiado alto. Mantenlos alrededor de tu abdomen, no alrededor de su pecho.

Para evitar lesiones o un desgaste excesivo de los músculos y las articulaciones, intenta evitar los malos hábitos al caminar. Uno de los más habituales es mirar hacia abajo porque puedes ejercer una tensión innecesaria en la zona del cuello y las cervicales. Y no des pasos muy largos ni muevas las caderas. Tampoco te encorves ni uses zapatos inadecuados. Lo mejor es un calzado acolchado para absorber el impacto de sus pies al golpear el suelo.

Si caminas bien, los beneficios serán fantásticos a corto y medio plazo: tendrás músculos y articulaciones sin dolor, más energía al producirse menos desgaste, mejor salud pulmonar por una postura más adecuada al respirar, una circulación mejorada, mejores digestiones, menos dolores de cabeza asociados a la tensión y un mejor equilibrio. ¿A que merece la pena?