Equilibrio físico y equilibrio mental. Esta es una de las máximas del yoga, una disciplina que te permite perder peso y otros muchos beneficios. Si la postura del guerrero te ayuda a tonificar músculos o la pose de la silla te permite mejorar tu espalda, la que puedes leer en el presente artículo es de equilibrio puro. En todos los sentidos.
Se afirma que incorporar meditación, ejercicios de respiración y otras posturas de yoga en tu rutina puede aliviar el estrés, mejorar la flexibilidad y mejorar la salud en general. Incluir asanas de yoga (posturas) a tu rutina como la del árbol puede contribuir a fortalecer los músculos de las piernas y desarrollar la estabilidad en tu cuerpo.
La postura final de esta asana se asemeja a la forma de un árbol, de ahí el nombre. Y te permite conseguir muchos beneficios para la salud. Además de fortalecer las piernas y abrir las caderas, potencia tu coordinación neuromuscular y te ayuda a mejorar equilibrio y resistencia. También contribuye a aumentar el estado de alerta y la concentración.
Cómo hacer la postura del árbol
Comenzando desde una postura de alerta, permanece de pie y erguida situando los brazos a los lados del cuerpo. Centra tu mirada en un punto en el frente. Exhala, mueve la pierna derecha hacia arriba y coloca el pie en la parte interna del muslo izquierdo. El talón debe tocar el perineo.
A continuación tienes que inhalar y extender los brazos hacia arriba mientras unes las palmas de las manos. Mantén la posición final entre tres y diez respiraciones para finalmente exhalar mientras bajas los brazos. Suelta la pierna derecha y llévala a la posición inicial. Repite con la pierna izquierda.
Perfecta armonía
Vrksasana (o la postura del árbol) es considerada como una de las posturas básicas de equilibrio en el yoga y también está entre las más practicadas en todo el mundo. Es una asana básica de yoga, por lo cual puede adaptarse a cualquier edad y condición física. La finalidad es alcanzar un perfecto equilibrio interno y externo. Como ocurre con los árboles, las raíces deben mantener al tronco siempre erguido. Siempre en perfecta armonía.
A pesar de ser una postura básica que puede ser practicada casi por cualquiera, hay algunas precauciones que debes conocer. Así, no está recomendada para mujeres que tengan problemas en rodillas, cadera o tobillos. Y si tienes problemas de hipertensión, procura no mantener las manos por encima de la cabeza para evitar mareos.
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