El estrés y la ansiedad del día a día son los grandes enemigos del descanso y del bienestar general, y esto puede traducirse en tensiones en el cuello y la espalda que te produzcan dolor e incomodidad. Para evitar esta situación, aunque parezca inevitable dado el frenesí del día a día, puedes incluir pequeños hábitos en tu rutina para sentirte mejor .
Una dieta saludable, dedicar tiempo a la meditación, hacer ejercicio y dormir bien son claves para procurar tu bienestar general, pero si necesitar una ayuda extra, puedes incorporar a tu rutina unas posturas de yoga que son perfectas para hacer antes de dormir y que te ayudarán a aliviar tensión y a conseguir un sueño reparador.
El buen descanso es fundamental para llevar un estilo de vida saludable y una vida activa. Muchas veces lo que nos dificulta a lo largo de la jornada es no haber dormido bien. Por eso, si eres de las que les cuesta trabajo conciliar el sueño, estas posturas de yoga serán tu solución para dormir como un bebé y, de paso, liberarte de la tensión que acumula tu cuerpo a lo largo del día.
Una de las mejores posturas para aliviar la tensión concentrada en la espalda es la postura del niño, que se centra en estirar pelvis, muslos y tobillos para lograr el descanso total del cuerpo cuando se finalice el ejercicio. Colócate de rodillas y apoya el peso en los talones. Inclínate hacia delante de manera que la frente toque con el suelo y estira los brazos hacia delante con las palmas hacia ti. Luego, respira hondo y mantente unos segundos en esa posición.
Esta postura estira la espalda, la zona lumbar y los isquiotibiales, pero también favorece una mejor digestión y alivia los dolores de la menopausia y el síndrome premenstrual. Siéntate con los pies estirados y la espalda recta. Respira e inclina lentamente la espalda hacia delante de manera que tu cabeza se junte con tus rodillas. Aguanta unos segundos en esta posición y realiza tantas repeticiones como necesites.
La zona de cuerpo que más tensión acumula y que, por ende, más sufre en estos casos es el cuello y las cervicales. La postura del gato se centra en aliviar estas tensiones y en garantizar el bienestar de cuerpo y mente, porque también palia los síntomas de la ansiedad y el estrés. Apoyate sobre la palma de las manos y las rodillas con la espalda recta y los abdominales contraídos. Inhala y arquea la espalda al mismo tiempo, y cuando exhales redondea la columna llevando la barbilla al pecho. Repite estos ejercicios varias veces para notar alivio.
Esta postura es tan simple como efectiva a la hora de aliviar el estrés y la tensión. Siéntate en el suelo y pon la mano derecha detrás de la espalda y la izquierda sobre la rodilla contraria. A continuación, respira hondo mientras giras el cuerpo hacia el lado derecho. Luego, repite el mismo ejercicio pero hacia el lado izquierdo.
Que no te asuste su nombre: esta postura, a pesar de su denominación tétrica, es se va a convertir en tu postura de referencia, porque además de calmar el cuerpo también relaja (y mucho) la mente. Túmbate boca arriba con los pies hacia afuera y los brazos pegados al cuerpo con las palmas de las manos hacia arriba. Con el cuerpo completamente recto, respira hondo y expulsa el aire lentamente, buscando la relajación completa.
El objetivo principal de esta postura es mejorar la circulación, lo que favorece enormemente el descanso y el bienestar. Túmbate boca arriba y levanta las piernas en una pared, con el glúteo apoyado en ella y las rodillas y la espalda recta. Tan solo tienes que mantenerte en esta posición unos segundos y respirar hondo.
20 de enero-18 de febrero
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