No es ninguna tontería ejercitarse con un pulsómetro (y entrenador personal) en tus oídos . Cualquier ayuda para quemar calorías es estupenda y controlar tu ritmo cardíaco siempre será bienvenido. Escucha el ritmo de tu corazón porque es lo que te va a marcar la calidad de tu entrenamiento. Atiende a tu frecuencia cardíaca, el pulso, medido en latidos por minuto. Porque tu frecuencia cardíaca mientras corres puede ser el mejor valor para saber cuánto y cómo estás trabajando.
A medida que aumenta tu ritmo y frecuencia de esfuerzo, también lo hace tu frecuencia cardíaca. Lo que sucede es un proceso por el cual la sangre circula por los músculos para que puedan obtener el oxígeno y los nutrientes que necesitan para seguir funcionando. Y eso lo puedes medir para conocer cuál es la calidad de tu entrenamiento y planificar cada sesión de acuerdo a tus objetivos.
Aprende a medirlo
No es difícil. Puedes determinar tu frecuencia cardíaca objetivo para correr usando una fórmula basada en tu edad y frecuencia cardíaca máxima. Cuando corras, debes entrenar entre el 50 y el 85 por ciento de esa frecuencia. Para calcular la tasa máxima, solo tienes que tomar como referencia el número 220 y restar tu edad.
Si tu frecuencia cardíaca desciende por debajo de esto, es posible que desees acelerar el ritmo para obtener mejores resultados en su entrenamiento. Si, por el contrario, tu frecuencia cardíaca alcanza el máximo, quizá tengas que parar un poco para poder terminar bien tu sesión. Un medidor de frecuencia cardíaca puede ayudarte a realizar un seguimiento.
La frecuencia cardíaca promedio mientras corres
La frecuencia cardíaca promedio mientras corres es diferente para cada persona y viene marcado por aspectos como la edad, el nivel de condición física, la temperatura del aire, el uso de medicamentos o el estrés, entre otros. La mayoría de los corredores de entre 20 y 45 años se sienten cómodos entrenándose con una frecuencia cardíaca de entre 100 y 160 de promedio.
Los expertos recomiendan hacer ejercicio con una frecuencia cardíaca objetivo del 50 al 75 por ciento de tu frecuencia máxima en el caso de principiantes o para ejercicios moderadamente intensos. Puedes trabajar del 70 al 85 por ciento de tu frecuencia cardíaca máxima durante una actividad más exigente y si ya tienes cierta base.
Siempre con cabeza
Ponerte un límite más alto que tu frecuencia cardíaca máxima durante largos períodos de tiempo podría ser peligroso para su salud. Y esto es especialmente relevante si eres principiante. Nunca tengas prisa por quemar etapas. Quienes se exceden continuamente en su frecuencia cardíaca objetivo suelen tener tasas más bajas de recuperación después del ejercicio. También aumenta el riesgo de eventos cardíacos como arritmias, dolor de pecho, etc.