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La deliciosa Sachertorte es la elección perfecta para los amantes del chocolate y, además, una de las especialidades culinarias más famosas de la ciudad de Viena. Cuenta la leyenda que nació en 1832, en una importante cena de la corte en la que el chef de palacio enfermó y tuvo que tomar las riendas de la cocina el joven aprendiz Franz Sacher, que consiguió ingeniárselas para crear un dulce que cautivó a la realeza de la época. ¿Dónde comer la mejor tarta Sacher? En el Café Sacher de Viena (Philharmonikerstrasse, 4).
Aunque Francia, Inglaterra, Suiza o EE.UU. se 'pelean' por ver dónde nació la tarta de limón, la teoría más extendida cuenta que su origen podría estar en Menton, ciudad de los limones, donde han llevado a la perfección el arte de la 'Tarte au Citron meringuée', una tentación que consigue el perfecto equilibrio entre la acidez de la cuajada de limón y la dulzura del merengue. ¿Dónde comer la mejor tarta de limón? En la pastelería Gérard Mulot (3, Rue des Rosiers, París).
Aunque el nombre confunda, nada tiene que ver con la receta española. Originario del convento de Odivelas, en Lisboa, el tocino de cielo portugués es una tarta elaborada con azúcar, almendras molidas, gila dulce y yemas de huevo. Su nombre se debe a que la versión original tiene manteca de cerdo como ingrediente y se fabrica en todo el país, aunque con pequeñas diferencias de región a región, siendo las más famosas las de Guimarães, Murça y Trás-os-Montes. ¿Dónde comer el mejor tocino de cielo? Pastelería Faruque (Rua Guilherme Gomes Fernandes, 87, Odivelas)
El Bündner Nusstorte es una tarta tradicional suiza que consiste en una pasta de nuez caramelizada rellena de frutos secos que tiene su origen en el cantón de Grübunden, donde fue inventado en 1926 por un panadero llamado Fausto Pult. ¿Dónde comer la mejor Bündner Nusstorte? En Teecafé (Münstergasse, 17, Zúrich).
Esta torta tan esponjosa lleva el nombre de la reina Victoria, a quien dicen que le encantaba tomarse una porción con su té de la tarde. Para probar la Victoria Sponge de la manera tradicional, ha de servirse con mermelada de frambuesa y crema batida, lo que le aportará más dulzura (y calorías extra, claro). ¿Dónde comer la mejor Victoria sponge? En Park Room at Grosvenor House Marriot Hotel de Londres.
Olvídate del tiramisú: la torta caprese es un verdadero clásico italiano que lleva el nombre de la isla de Capri y que, según la leyenda, se creó porque una princesa austriaca casada con el rey de Nápoles quería una tarta Sacher pero el chef no conocía la receta, así que decidió preparar el pastel con almendras y sin harina (¡atención, celiacos!) inventando así la Caprese. Este pastel sin harina es muy apetecible y además es perfecto también para celíacos. ¿Dónde comer la mejor torta caprese? En SAID since 1923 (Via Tiburtina, 135, Roma).
Conocida como 'la tarta verde', la receta original data de 1929, cuando la institutriz de las princesas de Suecia empezó a prepararle a 'sus pequeñas majestades' este pastel que pronto se convirtió en su favorito y de quienes recibe su nombre: la tarta de las princesas. En el país nórdico se celebra la semana de la Prinsesstårta a finales de septiembre. ¿Dónde comer la mejor Prinsesstårta? En Tössebageriet (Karlavägen, 77, en Estocolmo).
Mencionada por primera vez en 1577, fue en 1828 cuando la receta apareció por primera vez como la conocemos hoy en día, con la almendra como ingrediente principal y sin harina, y después fue el camino de Santigo el que popularizó por todo el país esta tarta de origen gallego. ¿Dónde comer la mejor tarta de Santiago? En el Museo del Pan Gallego (Plaza Herradores, 9, Madrid).
La receta más antigua de la tarta de queso viene de Grecia, pero desde el siglo XVI la tarta de queso ha conquistado los corazones (y estómagos) alemanes. Desde entonces, ha habido un sinfín de variedades en todo el país: a veces con fondo de levadura, otras con pasas en requesón, otras como una torta con crema. Eso sí, ¡siempre está deliciosa! ¿Dónde tomar la mejor käsekuchen? En el Café Einstein (Kurfürstenstraße, 58, Berlín).
La Napoleonka o Kremówka es una tarta de nata polaca hecha con dos capas de hojaldre, rellena de crema batida y decorada con azúcar glaseado en la parte superior. Tan adictiva es su receta que, cuentan, que el Papa Juan Pablo II se comió 18 porciones de Napoleonka de una sentada por una apuesta con un amigo. ¿Dónde comer la mejor Napoleonka? En Lukullus (Calle Mokotowska, 52, Varsovia).
