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Sellos de calidad de los alimentos: garantía en la mesa

Combinar calidad y tradición en los alimentos no es sencillo Dos sellos aseguran ambos factores en nuestra cesta de la compra.

Alimentos con denominación de origen./getty

Alimentos con denominación de origen. / getty

b. navazo

Cuando ponemos sobre el mantel un plato de jamón de Jabugo o regamos la ensalada con vinagre de Jerez, también servimos en bandeja algunas buenas historias sobre tradiciones, familias y pueblos. Relatos acerca de las regiones de nuestro país, cuna de esas delicias, y de la gente que vive en ellas. Porque son la tierra y esa gente, con su buen hacer, quienes transforman esos productos en auténticas delicatessen.

En eso se inspira la campaña Historias en tu mesa, con la que la Unión Europea y la Asociación Española de Denominaciones de Origen, Origen España, quieren sensibilizar a los consumidores sobre los sellos de calidad diferenciada.

La Denominación de Origen Protegida (DOP) y la Indicación Geográfica Protegida (IGP) certifican la calidad de un alimento, que deviene, precisamente, del lugar en el que se producen las materias primas, de cómo se elaboran los productos y, también, del factor humano. El entorno, el clima, el oficio ancestral y la cultura son determinantes para las características únicas de los alimentos, esas que hacen que sean imposibles de replicar en otro punto del mapa. El origen es un valor añadido, un sinónimo de prestigio ganado a lo largo de siglos de perfeccionamiento de las técnicas tradicionales.

Pero a todo lo bueno le salen imitadores. Por eso, para que no nos den gato por liebre, hay que buscar los sellos DOP e IGP en los envases a la hora de hacer una buena compra.

La Denominación de Origen identifica un producto de un lugar concreto y certifica que su origen es esencial para su calidad. Obtenerlo implica que todas sus fases de producción se realizan en esa área. Lo tienen, por ejemplo, los sellos de queso de Cabrales, Mahón-Menorca, Torta del Casar, jamón de Jabugo, peras de Rincón de Soto, uva de mesa embolsada del Vinalopó, aceites Priego de Córdoba o Sierra Mágina, pimentón de la Vera, vinagre de Jerez...

Calidad de origen

Para lograr la etiqueta de Identidad de Origen Protegida solo hace falta que una de las fases de la producción se realice en la zona de origen. Por ejemplo,el Plátano de Canarias (IGP) se produce en la zona geográfica definida, pero su maduración y envasado se pueden hacer en otra. Lo mismo pasa con la carne de Ávila, los cítricos valencianos, los espárragos de Navarra, la sobrasada de Mallorca, la ternera de Extremadura, gallega o de Navarra; o los turrones de Jijona y Alicante.

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