Las 10 mejores patatas bravas de Madrid
Suaves y cremosas por dentro, cocidas y crujientes por fuera, con una salsa casera que pica lo justo. En fin, ¡deliciosas!
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Las bravas tienen que picar. Eso es así. Pero el secreto para una buenas bravas está en la doble cocción de la patata: confitarla o hacerla al vapor unos diez minutos, dejarla reposar y pasarla por la freidora antes de servir.
Sin orden de preferencia, te ofrecemos una lista de los 10 mejores sitios en Madrid para comer patatas bravas y chuparte los dedos.
Se trata de un bar de los de toda la vida, ubicado en el barrio de Moratalaz. El bar es famoso por su ración de bravas que son crujientes y una salsa brava que te volverá adicta. (Dirección: Calle de Arroyo Belincoso, 13)
El nombre de este local viene de las siglas de su fundador, Donato Cabrera Martínez. Es una taberna castiza que presume de tener las mejores patatas bravas de todo Madrid. Cero aceitosas, cocida, pero crujientes y además su famosa salsa secreta que pica justo lo necesario. (Calle de Alcalá, 337.)
Aquí seguramente vas a probar las patatas bravas más modernas. Te las sirven en un envase como de comida china -la de las películas-. La salsa es mixta tanto de bravas como de ali-oli. (Calle Fernández de la Hoz, 53).
Sí, su especialidad es el pulpo, como buen bar gallego, pero además tiene una de las mejores patatas bravas de Madrid. Son suaves, cremosas, y bastante crijientes. Su salsa -dicen sus seguidores- tiene el picor exacto. (Calle de los Almendrales, 17)
Utilizan patata blanditas por dentro y medio crujientes por fuera. Las sirven calientes y eso se agradece mucho, además la salsa picante termina de darle ese 'plus'. (Calle Fernando el Santo, 11)
Es un sitio pequeño para comer bien y con las recetas de toda la vida. Estas patatas te van a encantar. (Calle de la Cruz, 15)
Están en medio de todo. En una de las partes más turísticas de la capital, y sin embargo, son buenísimas y originales. La ración es abundante y las patatas son a la vez crujientes y blanditas. Al igual que en Docamar, ellos también tiene una salsa secreta. Tienen en varios lugares de Madrid, pero el más céntrico está en la calle de Álvarez Gato, 3.
Su máxima es: “llenar nuestro estómago sin vaciar nuestro bolsillo”. Ubicado en La Latina en este lugar se pueden probar ricas raciones, aunque a un precio un poco más elevado. (calle Cava Baja, 14)
La Taberna Acuerdo es un bar de toda la vida, donde te ponen como tapas unas bravas que nada tienen que envidiarle a las más lujosas. (Calle del Acuerdo, 36)
El restaurante del reputado cocinero Sergi Arola le da un giro de tuerca a las patatas bravas. En vez de freírlas las prepara confitadas y las rellena con salsa brava y termina coronando su plato con alioli en la parte superior. Eso sí, esta ración probablemente es la más cara de todas nuestras propuestas. (Calle de Huertas, 12).