Detalle de uno de los reservados de Carbón Negro / carbón negro

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Las mejores parrillas de Madrid están en Carbón Negro

Existen pocas técnicas de cocinado tan leales al producto como la parrilla, que permite revelar el sabor del alimento en su plenitud. Carbón Negro ha hecho de esta idea el centro de su carta, que apuesta además por una vuelta a los orígenes de la cocina.

Hace apenas unos meses que se inauguró y ya es uno de los restaurantes con más éxito de la capital. Carbón Negro nació con la intención de hacer una oda al producto de temporada con una técnica de cocinado tradicional que pone de manifiesto la importancia de los fogones y, en concreto, de la parrilla.

El reflejo de esta idea queda patente en su gran variedad de verduras, pescados y carnes a la brasa, protagonistas de la carta. La vaca vieja de Jaizkibel, la pluma ibérica a la brasa, el pollo picantón asado al carbón, el rodaballo con su bilbaína, el lenguado de bajura, las berenjenas o los puerros finos con vinagreta son algunas de sus especialidades, imprescindibles en una primera visita al restaurante.

Parrilla de carne de Carbón Negro

Su gastronomía, a cargo del chef Gonzalo Armas (Hotel Santo Mauro, Goizeko Wellington o Filandón), hace un homenaje a la cocina casera de diferentes regiones de España, en la que el conocimiento del producto de temporada es crucial. Buñuelos de Idiazabal, ensalada de tomate -del de verdad- y ventresca, unas jugosas yemas de espárragos de Navarra con vinagreta o sus guisantes con huevo poché nos transmiten esa esencia de la cocina de campo que tanto quieren respetar en Carbón Negro.

Yemas de espárragos de Navarra con vinagreta .

Además de las parrillas, Carbón Negro ofrece otras técnicas como encurtidos, escabeches y ahumados, perfectos para degustar en la imponente barra de mármol del bar, que cuenta con su propia carta. Este espacio informal, ideal para tomar un vino o un buen vermut, también cuenta con quesos y embutidos recién cortados. ¿Qué más se puede pedir?

Tortilla de patata de Carbón negro.

En la barra de Carbón Negro puedes tomarte unas raciones espectadulares.

¿Qué recomendamos?

Por supuesto, hay que probar la parrilla, que se exhibe especialmente con los platos principales. Si eres de pescado o marisco, los traen fresquísimos de Galia. Si prefieres carne, proveedores madrileños y vascos ofrecen la mejor de sus carnes tratadas y maduradas. De aperitivo, te recomendamos la txistorra de arbizu a la brasa y los aguacates a la brasa con ceviche. Tampoco dejes de probar sus verduras, que llegan de hortalizas de cultivo ecológico de las mejores huertas de España.

Txistorra de Arbizu a la brasa.

Chuleta de vaca vieja de jaizkibel.

Cada uno de estos productos se cocina en una parrilla diferente. El chef incluso ha diseñado una serie de utensilios para tratar los alimentos sin perjudicarlos lo más mínimo. Como resultado, unos platos espectaculares, que respetan el sabor original de la pieza dándole un toque muy especial.

Calamar de Potera.

En cuanto a la carta de vinos, su selección da mucha importancia a los pequeños productores y a la elaboración natural. Sus referencias varían en función de la temporada, lo que hará las delicias de los más sibaritas. Por otro lado, también puedes terminar la experiencia con un cóctel, como el Dry Martini, Negroni o Manhattan, servidos con el arte y buen hacer de sus experimentados bartenders.

Para terminar…

No puedes irte de Carbón Negro sin probar uno de sus platos más espectaculares: la tarta de queso. Es de las tartas de queso más ricas de Madrid, con un punto perfecto de untuosidad y dulzura que la hacen equilibrada y exquisita. Otras propuestas ricas son la panchineta con fantástico hojaldre, la tarta fina de manzana con helado de vainilla, la tarta de Santiago con helado de turrón… Todos los postres son caseros y aquí la cuestión es ya elegir según los gustos, porque ninguno decepciona.

Tarta de queso de la casa.

Un espacio singular

Otra de las cosas que llama la atención de Carbón Negro es, sin duda, su fantástico espacio y decoración. En el restaurante destaca la verticalidad del edificio, que cuenta con unos muros muy altos revestidos con piedra de terrazo. La apertura del interior hacia el exterior con los grandes ventanales inundan la estancia de luz y crean un ambiente relajado, amenizado con una suave música jazz. Los árboles situados junto a las ventanas, los suelos de madera y la enorme chimenea que lidera uno de los salones aportan la sensación de estar en mitad de una casa de campo.

Si aún no conoces Carbón Negro, no sólo te invitamos a descubrirlo, sino que te recomendamos que no tardes en reservar, ya que estas fiestas promete estar muy animado.

Detalle de un rincón de Carbón Negro.

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