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Muchas leyendas pesan sobre el Palacio de Linares de Madrid. La más extendida dice que el fantasma de una niña de nombre Raimunda llora por sus grandes salones. Ahí es donde nace el restaurante Raimunda, un lugar que nada tiene que ver con lo siniestro pero sí que guarda un encanto especial. Su terraza, abierta hace pocos meses, ya adelantaba lo que vendría después.
Conservando los ladrillos originales de la actual Casa de América junto a una vegetación que te trasporta a las profundidades de la cultura iberoamericana, los tres espacios interiores de este restaurante se perfilan como uno de los lugares de moda de la capital.
Su carta, con un precio medio de 30 euros, ofrece una mezcla perfecta entre Europa y América, haciendo un notable guiño al lugar en el que se encuentra. Bajo el asesoramiento gastronómico del chef Sergio Fernández, Raimunda ofrece platos como sabrosos tacos de chamorro con cerdo asado desmigado, pico de gallo y cilantro o tiradito nikkei de salmón con mango y aguacate.
Los famosos tacos de Raimunda. /
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