Día Mundial del Croissant: dónde comer los mejores de Madrid
El 30 de enero se celebra el Día Mundial del Croissant, y no se nos ocurre mejor manera de celebrarlo que recorriendo las pastelerías donde se venden los mejores de Madrid.
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Hoy decimos 'hasta luego' a la dieta por una buena causa: es el Día Mundial del Croissant, y nos vemos en la absoluta necesidad de celebrarlo como merece, que es probando los mejores de Madrid. Y es que, igual que no hace falta coger un avión a Italia para comerse un buen panettone, no hace falta viajar a París para derretirnos con cada bocado de esta masa hojadrada de textura cruijiente, con ese sabor entre dulce y salado tan característico y su inconfundible aroma a mantequilla. Solo de pensarlo, se nos hace la boca agua...
Hablar de Manolo Bakes (tienen más de diez locales en la Comunidad) como los mejores croissants de Madrid es quedarse corta: sus ya famosos 'manolitos' pueden estar entre los mejores del mundo. Eso sí, los puristas te dirán (o, más bien, te diremos) que si quieres probar los auténticos 'manolitos', tienes que ir a las Pastelerías Manolo originales de Colmenar Viejo (en la Calle de la Navalaosa, 3; en la Calle de la Feria, 7; o en la Calle Corazón de María, 10), donde nació la receta 'por error' y se creó la leyenda de este bocado crujiente y con extra de mantequilla que ha conquistado los paladares más exquisitos.
Dulces o salados, los croissants de Crustó (Calle Zurbano, 26; calle Gaztambide, 3; calle José Lázaro Galdiano, 6; calle Hortaleza, 78; y calle Preciados, 3) nos conquistan por su delicioso sabor a mantequilla, su quebradiza textura de auténtica masa hojaldrada y su irresistible interior alveolado.
David Monzón, copropietario del gastrobar Bendita Locura Coffee & Dreams (calle Príncipe de Vergara, 73) reconoce que el croissant Ees la pieza de bollería más demandada sin duda, sin ella los brunchs, desayunos y meriendas no serían lo mismo. Al combinar casi con todo, se puede tomar a cualquier hora del día". Ese es su secreto.
Moncho López, de Levadura Madre Natural Bakery (más de 20 locales en Madrid), considera que el secreto del éxito de sus croissants está en que "parece una receta muy fácil de hacer, pero no es nada sencillo conseguir una masa hojaldrada con el punto justo de crujiente en todas las capas, ese equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado. Es muy versátil, con un tamaño polivalente y bastante liviano, por lo que no se hace pesado ni de comer ni de digerir, por eso es apto para cualquier edad".
Si eres de las que considera que no hay nada mejor en el mundo que los panettone que prepara Oriol Balaguer y su equipo en La Duquesita (calle Fernando VI, 2), es porque no has probado sus croissants. Se ha llevado el premio al mejor de España gracias a su crujiente justo y un toque amantequillado exquisito, pero te advertimos algo: no podrás decidir si es mejor la versión clásica,la de chocolate negro o el relleno de chocolate con leche y avellana.
El croissant de Horno San Onofre se hace en versión bollo, con una fina capa de almíbar por encima y con un tamaño que bien te arregla el desayuno del domingo si aprovechas a ir a su obrador de la Calle San Onofre, 3 a comprar el pan. Que, por cierto, también es uno de los mejores de la capital...
Entrar en Mamá Framboise es sumergirte en un exquisito café parisino en pleno centro de Madrid en el que, por supuesto, probar el bocado más típico de la capital francesa es casi una obligación. Para hacer sus croissants, de tamaño medio y textura crocante, traen la mantequilla de Francia.
Su suave toque a mantequilla y su crujiente textura hace que los croissants de Fonty Bistró Vintage sean absolutamente irresistibles. Los puedes probar (y derretirte de placer) en la calle Castelló, 12.
En la Calle Alcalá, 77, está uno de los templos madrileños del chocolate, Moulin Chocolat. Aseguran que "creamos sensaciones y experiencias inolvidables", y damos fe de que probar sus croissants es una auténtica experiencia para los cinco sentidos. ¿Te atreverías con el relleno de 'oro negro'?
En la calle Barquillo, 49, puedes disfrutar de una de las pastelerías más bonitas de Madrid, Pomme Sucré que, además, sirve uno de los mejores croissants de la capital. ¿Qué más se puede pedir para pasar una tarde muy dulce?