Bundt cake, el espectacular bizcocho que se va a convertir en tu nuevo postre favorito o tu compañero ideal para el café

No tenemos nada en contra del tradicional bizcocho de yogur de limón, ni de los panettones navideños , ni de las propuestas de las influencers perfectas para darte un homenaje , los nuevos formatos que te quitan el antojo de bizcocho o las recetas que te apañan el desayuno y la merienda . Pero si de verdad quieres disfrutar de un buen bizcocho que se convierta en tu nuevo postre favorito o tu compañero ideal para el cafétienes que probar el bundt cake.

Inspirado en el Gugelhupf, un pastel tradicional de orígenes centro europeos, su popularización se inició en Estados Unidos, entre la década de los 50 y los 60. Fue entonces cuando el fabricante de utensilios de cocina Nordic Ware registró el nombre por el que le conocemos y comenzó a comercializar los moldes de aluminio fundido que le dan su preciosa apariencia y que para muchas son todo un objeto de deseo.

Con forma de anillo o corona, cuenta con un tubo hueco central que ayuda a distribuir el aire del horno para una cocción uniforme. La gran cantidad de moldes que se han comercializado en los últimos 60 años hacen posible una gran variedad de dibujos y motivos que los convierten en auténticas obras de arte. Y por si no tenemos suficientes también existen en formato mini, que los hacen aún más apetecibles.

Aunque a simple vista el bundt puede considerarse similar a un bizcocho convencional, su principal atractivo a la hora de consumirlo es que su miga queda más prieta, menos aireada, pero a la vez más jugosa y sabrosa que con cualquier otro tipo de receta. Y además de su encanto interior podemos consumirlo tal y como sale del horno, después del debido reposo, o embelleciéndolo y completándolo con un glaseado, una crema del sabor que mejor lo complete, con el siempre socorrido azúcar glass o con chocolate líquido.

Como en muchas creaciones reposteras, entre los ingredientes básicos del bundt están la mantequilla, el azúcar o los huevos. Posteriormente se le añade una parte láctea, ya sea yogur, leche, buttermilk o nata, y la harina, que habrá que tamizar previamente junto con el bicarbonato o la levadura y la sal. Para que la mezcla inicial no sufra habrá que añadir los ingredientes secos y los húmedos alternativamente, acabando siempre con la harina.

En cuanto al sabor del bundt, todo queda en manos de tu imaginación y de lo que te pida tu estómago. Estos vistosos bizcochos ya están al nivel de otras creaciones dulces y podemos aderezarlo con el sabor que más nos guste o nos apetezca. Desde el dulce de leche a la as galletas lotus, pasando por sabores más tradicionales como los que proporcionan los frutos secos o las frutas, las posibilidades de estos bizcochos son tantas como los moldes en los que puedes cocinarlos.

Si no sabes por donde comenzar, en Instagram puedes encontrar diversas cuentas que te proporcionan la receta que buscas. Pero como en todo, en los bundt también hay especialistas, como I love bundt cakes que todas las semanas, tanto en la red social como en su web, propone a sus seguidoras varias recetas con las que hacer las delicias de sus comensales. En ellas, por supuesto, las medidas están adaptadas a nuestro país, algo que es de agradecer en un universo en el que la tradición de los bundts estadounidenses puede parecernos tentadora, pero que conlleva el engorro de traducir lingüística y proporcionalmente la receta.

Una vez hemos escogido la composición que queremos llevar a cabo solo queda encontrar los útiles necesarios. El que puede faltarnos en nuestra cocina es el más importante, el molde, que le da forma y se ocupa de una cocción correcta. Si no nos atrevemos a dar el paso con el Nordic Ware, aunque la inversión merecerá la pena, podemos encontrar en cualquier tienda especializada o en la sección de menaje del hogar de nuestros grandes almacenes favoritos un molde de aro con el que iniciarnos. Pero estás advertida, una vez te adentres en el universo de los bundt no podrás parar.