La comida italiana es una de nuestras preferidas pero, aunque pensemos que todas sus recetas son facilísimas, siempre las hacemos mal. Tanto las pizzas como la pasta, nos inventamos las recetas sobre la marcha y hacemos platos que, si bien no están malos, no se asemejan a los que comen en Italia (¿Qué es eso de llamar carbonara a unos espaguetis con nata?). Por eso hoy vamos a enseñarte la verdadera receta de espaguetis a la boloñesa. Cuando la pruebes, te preguntarás qué has estado haciendo toda tu vida.
En realidad es una receta muy fácil de hacer, pero requiere su tiempo ya que tienen que cocerse los ingredientes durante mucho tiempo. No, no es sólo freír un poco de carne picada y añadirle tomate frito. Ni siquiera se trata de pochar cebolla y añadirle carne y tomate natural triturado, por mucho que pienses que así consigues una receta mucho más casera. Los ingredientes son los que son, y el tiempo de preparación debe respetarse para que la receta quede verdaderamente auténtica. ¡Comencemos!
2 horas
4
Plato principal
Italiana
400 gr de spaguettis
500 gr de Carne picada
1 cebolla grande
1 diente de ajo
2 zanahorias
1 rama de apio
2 tomates pera
2 cucharadas de tomate concentrado
100 ml de vino blanco
200 ml de agua
Pica la cebolla, las zanahorias, el apio y el ajo en trozos muy pequeños para que no destaquen sobre la carne.
Pocha las verduras con aceite de oliva durante diez minutos a fuego lento.
Añade la carne picada y, cuando haya cambiado de color, agrega el vino blanco y deja que se evapore mientras remueves.
Agrega los tomates picados en trozos, un vaso de agua y el concentrado de tomate y deja que se cocine todo a fuego lento durante al menos una hora y media más.
Para que la salsa no se quede seca puedes ir añadiendo agua, caldo o vino. Incluso algunas recetas clásicas añaden un poco de leche. El objetivo es obtener una salsa espesa de carne y hortalizas estofadas, no una salsa de tomate con tropezones.
Mientras la salsa se va haciendo, cuece los spaguettis según el tiempo que os indique la marca.
Sirve la pasta con la salsa por encima. Le puedes añadir un toque de pimienta negra o queso parmesano o pecorino rallado si te gusta así, aunque no es imprescindible.