Día Mundial de la Tortilla de Patatas: los mejores bares y restaurantes en los que puedes comer este clásico de la cocina española

Ahora que ya conocemos todo lo que tenemos que saber para conseguir una tortilla de patatas perfecta llega el momento de colgar el delantal y encontrar un local en el que disfrutar de nuestro plato favorito de la gastronomía española fuera de casa. Las posibilidades son prácticamente infinitas, casi las mismas que las de fracasar a la hora de encontrar una que realmente nos conquiste. Pero tras una intensa investigación, en la que hemos consultado a todo tipo de comensales, estamos dispuestas para compartir los mejores bares y restaurantes en los que hoy podemos celebrar el Día Mundial de la Tortilla de Patatas.

Más cuajada o menos cuajada, con cebolla o sin ella, con otros ingredientes como el pimiento, la trufa, el queso o, por qué no, la alegría, todos conocemos la receta de este delicioso plato, pero siempre estamos a tiempo de descubrir una nueva variedad que se convierta en nuestra favorita. Y aunque la versión tendencia en los últimos años, el estilo Betanzos, tiene una presencia muy importante en esta lista, hemos encontrado propuestas para todos los gustos. Coge boli y papel porque en esta selección puede que se encuentre ese local que se convierta en una visita obligada en tus próximas salidas.

En Madrid los locales cuya oferta gastronómica se centra en los platos típicos de Galicia la tortilla de patatas tiene un lugar propio que los clientes han acogido con mucho éxito. La Lorenza, situada en el barrio de Lavapiés, es una taberna que se autodefine como desenfadada, «con un toque y un acentiño muy apetecible». Y como tal apuestan por una tortilla de patata melosa hecha con huevos de Galiña de Mos. Ocafú, con cinco restaurantes en la capital, también trabaja «llevar a nuestros locales un trocito de nuestra Galicia natal». Algo que consiguen con varios platos, entre ellos la tortilla al estilo Betanzos que está presente en dos versiones, pequeña (8,75 euros) y grande (14,50 euros).

Muy cerca de la Gran Vía se encuentra La Ardosa, una taberna centenaria en la que además de disfrutar del clásico vermú de grifo o una cerveza bien tirada ofrece en su carta los pinchos de tortilla elaborados con patatas de la variedad monalisa, cebolla, una cantidad generosa de huevos, unos siete, y sal. El resultado es una propuesta jugosa e irresistible que ha convertido el local en una visita obligada para los amantes de este plato. Al igual que Casa Dani, situado en el Mercado de la Paz, en el corazón del barrio de Salamanca. Con la cocina tradicional y casera por bandera, su tortilla de patatas fue galardonada en la segunda edición del Campeonato de España con el premio a la mejor tortilla. El éxito es tal que elaboran al año unas ciento cincuenta mil, unas 400 al día. Y al gusto del consumidor, con cebolla o sin ella, de trufa o de pimientos, las posibilidades son infinitas tanto para consumir en el local como para llevar o en delivery, solo disponible a través de Uber Eats.

Mantequerías Pirenaicas es uno de los locales estrella de la zona alta de Barcelona, aunque su receta cuenta con particularidades y no es un restaurante, sino una tienda delicatessen que abrió sus puertas en 1957. La especialidad de la casa es la que está elaborada con cebolla caramelizada y junto a la patata y el huevo, entre los ingredientes también encontramos chorizo previamente sofrito. Un manjar que también venden a otros restaurantes y se puede pedir a domicilio. En su oferta también las encontramos elaboradas con verduras, con jamón o con trufa.

Otra de las tortillas mejor consideradas de Barcelona la encontramos en el Bar Alegría, situado en el Carrer del Comte Borrell. Fundado en 1899, este restaurante apuesta por la cocina barcelonesa, con salazones, anchoas del Cantábrico, berenjenas, sepietas, una ensaladilla rusa premiada, croquetas y la tortilla de la Mari, elaborada con trufa.

En Bilbao, donde algunos dicen que se inventó la tortilla de la mano de Tomás de Zumalacárregui, una referencia es Górliz. Un local en el que han llegado a hacer 60 tortillas diarias y también apuestan por la tortilla poco cuajada, ofreciendo dos versiones a sus clientes, la de cebolla y la picante, a la que le han añadido alegría. Este último ingrediente también está presente en Mr. Marvelous, que elabora su tortilla con patata parmentine cortada en cuadraditos, aceite de oliva virgen extra de la variedad Arbequina y cebolla ligeramente caramelizada, que por supuesto también cuenta con la versión clásica de la tortilla.

En Txintxirri, un bar situado muy cerca del Museo Guggenheim, también son de los de tortilla poco cuajada, pero tostada, con mucho calor al principio que se reduce conforme se va cuajando. Está elaborada con patata parmentine y aceite de girasol y a la hora de cuajarla añaden a la sartén una gota de aceite de oliva.

En la calle Amaya de Pamplona se encuentra el Bar La Navarra, que para muchos es la mejor tortilla de patatas de la ciudad. Abierto desde 1953, aunque comenzaron con pinchos y banderillas, en los 80 el plato estrella de la casa ya era la tortilla. Elaborada con patata de la variedad Kennebec, una docena de huevos y aceite de oliva virgen, de cada una obtienen unos 10 pinchos. El resultado es una tortilla jugosa y con patatas tiernas tan exitosa que cada día hacen una media de 50, aunque han llegado a jornadas en las que han superado las 90.

En Santander, donde la tortilla rellena está presente en la carta de muchos bares y restaurantes, el Bodi Mataleñas y Bodi Rualasal son dos de los más destacados, también en su versión más clásica. Están tan solicitados que hasta se reservan los pinchos de tortilla, que no está ni muy líquida ni muy cuajada y siempre viene acompañados de pan. Elaborada con cebolla, hacen entre 40 y 50 cada día. Una cantidad similar a la que hacen en Casimiro Cosas de Picar, donde además de la convencional, cuentan en su carta con tortillas vegetales, de gulas con ali oli o de jamón y queso.

No podemos terminar este delicioso viaje sin adentrarnos en una de las comunidades responsables de los cambios que la tortilla ha experimentado en los últimos años, en Galicia. Referencia obligatoria es la localidad de Betanzos, en A Coruña, que se ha convertido en un estilo culinario de los que prefieren la tortilla (muy) poco hecha. Locales como Mesón O'Pote, Casa Miranda o Restaurante La Casilla son algunas de las paradas obligatorias en la localidad situada al sur de la ría que le da nombre.

En la vecina provincia de Ourense, y más concretamente en O Carballiño merece una visita el bar Regadas. Tras cuatro décadas en funcionamiento, en los últimos años han incrementado su apuesta gastronómica con una completa carta en la que además de los platos propios de la región, como el lacón asado, la oreja o el queso del país, encontramos una suculenta tortilla de patatas en la que el sabor de sus ingredientes y su jugosidad conquistan a los paladares más exigentes.

Para los que disfrutan viajando con calma y aprovechando de los placeres que la carretera les pone en el camino los que más saben recomiendan una parada en Villagonzalo Pedernales, situado unos kilómetros al sur de Burgos, en la A-1. Allí se encuentra el Asador Alfoz, donde la tortilla de patatas es uno de los platos predilectos de los que hacen una parada en su viaje para disfrutar del buen hacer local.