11 libros de recetas que son el regalo perfecto para el Día de la Madre

Clásicos o modernos, si tu madre disfruta en la cocina estos libros de recetas son un acierto seguro que tú también disfrutarás.

11 Fotos

Te quiero, verde. Angelita Alfaro. Libros Cúpula.

Las verduras son las protagonistas de este recetario de cocina familiar que, como se define en la portada, es una declaración de amor a la cocina vegetal tradicional. Alcachofas, pimientos, pepinos, cebollas, patatas y zanahorias son algunos de los ingredientes de este recetario dividido por temporadas, en el que descubrimos un sinfín de maneras de hacer de estos alimentos tan sanos una propuesta atractiva que llevar a nuestras mesas.

Cocina rico todos los días. Velocidad Cuchara. Oberón.

Si en casa contamos con la ayudante de cocina tecnológica por excelencia, la Thermomix, este recetario es imprescindible. Firmado por Rosa Ardá, una de las bloggers especializadas en gastronomía más conocidas que firma como Velocidad Cuchara, este bonito manual es perfecto para salir de la rutina culinaria en cualquier momento del día. Desayunos, entrantes, platos de cuchara y recetas de masas y postres componen este recetario formado por 90 recetas en las que encontraremos todo lo que necesitamos saber para que nuestras elaboraciones sean un éxito.

Platos Escogidos de la Cocina Vasca. María Mestayer de Echagüe. Espasa-Calpe

Más de 80 años después de su primera edición este recetario regresa para acercarnos los secretos de una de las cocinas más prestigiosas de nuestro país, la vasca. Del bacalao al pil-pil al marmitako, esta reconocida obra nos acerca con detalle los secretos de algunos de los platos más típicos de la gastronomía vasca, que también forman parte del recetario español. Casi 200 platos en un libro que la propia autora no consideraba un recetario sino “un compendio completo de los buenos platos vascos”.

El sabor del chocolate. Piero Camporesi. Debate

El ensayista italiano Piero Camporesi nos traslada al Siglo de las Luces como si de un viajero gastronómico se tratase. Con las élites europeas obsesionadas con la búsqueda de lo exótico y de un modo de vida más etéreo y refinado que en los siglos previos, la dieta se convirtió en algo más etéreo y funcional, enfatizando alimentos como el té, el café y el chocolate. Este cambio refleja las profundas transformaciones en la moda y los hábitos que tuvieron lugar en Europa durante la Ilustración, cuando los paladares sensibles se adaptaban a un gusto renovado que dejaba atrás los sabores fuertes, las carnes pesadas y los condimentos vigorosos. Un ensayo en el que queda patente que los cocineros fueron una parte importante en la revolución del refinamiento y que la gastronomía fue el espejo en el que se reflejaba la sociedad del momento.