Carolina Castillo acompañada de sus hijos / ALEX RIVERA / FEDERICO REPARAZ

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Carolina Castillo opina sobre la tecnología como apoyo educativo

A las cocinitas, a las construcciones, a disfrazarnos... (con permiso, claro, de la tecnología). compartir diversión también es educar. ¿Le dedicamos tiempo suficiente?

  • Directira general de Giorgio Armani.

  • Madre de Alejandro, de 7 años, y Matías, de 2 años.

Al no tener familia en España soy de origen venezolano, mis padres viven en Nueva York y mi marido es colombiano, ambos jugamos mucho con los niños. Intentamos que tengan una atención de calidad, que para mí quiere decir estar al 100% presente, y no estar pendiente al mismo tiempo del móvil o del periódico. Afortunadamente, entre semana siempre podemos dedicarles tiempo. Con Alejandro, el mayor, juego a muchos juegos de mesa, que le encantan, como el ajedrez, el parchís o el dominó. Y me hace sentir orgullosa, porque es lo mismo que yo hacía en Venezuela, siendo niña, con mi padre. Con cuatro años aprendí a sumar jugando al dominó. Y con Alejandro ha sido así también. También hacemos rompecabezas y "legos". Con su padre hace deporte: tenis, pádel... Matías, el pequeño, está en la etapa de encajar piezas y completar series de objetos. Y, por supuesto, cantar.

Intento estar presente al 100% sin móviles ni periódicos

Carolina Castillo

Es muy extrovertido, mientras que su hermano es más intelectual. Los fines de semana hacemos planes con amigos que tienen niños de edades parecidas, vamos a pasear y a museos. Alejandro no tiene juegos electrónicos en su habitación y solo puede ver las películas que hemos seleccionado para él, no tiene acceso a los canales de televisión. Mi marido juega con él en la tablet a juegos que hemos elegido nosotros. La verdad es que hay algunas aplicaciones que son una maravilla, con las que aprenden rudimentos de lógica, matemáticas o programación. A Matías, sin embargo, lo electrónico y las pantallas casi no le llaman la atención.

Con Alejandro, organizamos reading nights [noches de lectura]: compramos sushi, su comida favorita, y su padre, él y yo escogemos cada uno un libro y comentamos lo que estamos leyendo. Le hace sentir mayor y especial. Si hay algo que echo de menos son las grandes familias, yo crecí rodeada de tíos y de primos. Pero creo que ahora hay más opciones, nosotros jugábamos a cosas muy básicas. Si sabes usar bien los juegos electrónicos, son un elemento fantástico para abrirles a conocimientos que nosotros descubríamos más tarde. Eso sí, creo que se les regalan demasiadas cosas, y aunque nosotros tratamos de controlarlo, con los abuelos y los tíos a los que ven con mucha menos frecuencia, es difícil".

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Navidad 2015