Solo si ha habido inhalación de agua por inmersión se puede producir el ahogamiento secundario. / Fotolia

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¿Qué es el ahogamiento secundario? 76 horas de alerta

Es poco habitual pero tiene graves consecuencias, así que mejor prevenir que curar.

El ahogamiento secundario es el riesgo de ahogamiento en seco que se produce tras un rescate de ahogamiento en agua. Así puede parecer algo raro o complejo pero es bien sencillo; cuando un niño sufre un ahogamiento y es reanimado posteriormente, puede sufrir un ahogamiento en seco durante las 76 horas posteriores al rescate.

Tan importante es conocer esta posibilidad como no alarmarse porque el niño trague algo de agua y tosa, ya que para que esta consecuencia se produzca debe haber entrado agua en los pulmones.

Así, el agua entra en los pulmones y queda estancada a pesar de las maniobras de reanimación, lo que provoca un edema pulmonar. La consecuencia directa es la dificultad para respirar y esto no tiene por qué aparecer inmediatamente, sino que puede surgir hasta 76 horas después del primer ahogamiento en agua.

El organismo, al detectar el problema provoca unos espasmos en la laringe que hace que se cierre de modo que no entre el agua, pero, tampoco el aire, lo que puede desencadenar un final trágico, incluso de muerte. De ahí la importancia de controlar las horas y días posteriores a la reanimación para acudir al hospital inmediatamente en caso de dificultad respiratoria del menor.

Síntomas del ahogamiento secundario

  1. 1

    Dificultad para respirar

  2. 2

    Tos repetida

  3. 3

    Cansancio sin motivo, somnolencia o abulia

  4. 4

    Falta de atención no habitual en el niño o dificultad para decir palabras o realizar actividades que ya tenía dominadas

Cabe recordar que para que haya ahogamiento secundario primero ha de existir una inhalación de agua por inmersión, es decir, no es algo que pueda suceder por unas salpicaduras en el juego o similar.

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Verano, Infancia