Ciberacoso, 'grooming' o 'sexting' son palabras que padres y educadores deben conocer en la era digital en la que estamos inmersos, ya que definen distintos tipos de acoso en internet.
Así lo han puesto de manifiesto los expertos participantes en el 64º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) celebrado a primeros de junio en Valencia.
A este respecto, tanto la doctora María Angustias Salmerón Ruiz, pediatra de la Unidad de Medicina de la Adolescencia de La Paz y experta en nuevas tecnologías de la AEP, como Esther Aren, delegada provincial de Participación Ciudadana de Madrid, han coincidido en destacar la necesidad e importancia de “hablar el lenguaje tecnológico de los menores, como forma de entenderse con ellos, ganar su confianza y de esta manera, poder prevenir e intervenir a tiempo en caso de detectar cualquier acoso fruto del uso indebido de las redes sociales”.
En este sentido, la doctora Salmerón asegura que si bien es cierto que “en su mayoría, la generación de adultos actual, no es una generación ‘digital’, en definitiva estamos hablando de algo tan ‘clásico’ como educar en valores: el respeto a los demás, a la dignidad propia y del otro, la educación, la empatía, etcétera, solo que aplicado a un entorno diferente”.
Según un estudio publicado recientemente por 'Save The Children' en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, el 5,8% de los adolescentes de entre 12 y 16 años sufre acoso en las redes sociales de manera ocasional, siendo un 1,8% quien lo padece de manera frecuente.
En opinión de la doctora Salmerón, “estos datos tienen todo el sentido, puesto que a esas edades es cuando comienza la navegación individual en las redes sociales. Hasta ahora, el menor era, o debía ser, acompañado por un adulto, sin embargo, a esas edades el menor exige una mayor autonomía y no quiere ser supervisado. Es el momento en que todo lo que hemos enseñado al menor en cuanto a seguridad, huella e identidad digital debe ponerse en marcha”.
Y es aquí donde reside el problema. “Existe una gran mayoría de adultos analfabetos digitales, que no son plenamente conscientes de los peligros que puede suponer dejar al menor solo. Acosos que se inician con una simple broma que se escapa de las manos, con una frase a priori inofensiva, escapan a la atención de adultos no inmersos en el uso de las redes sociales. Actitudes que podrían y deberían atajarse”, asegura Aren.
Ambas expertas coinciden en destacar la importancia de frenar el acoso en cuanto este da la cara y denunciarlo. En este sentido, existen diferentes maneras de actuar llegado el caso. “En primer lugar nunca contestar a las provocaciones del acosador, en segundo hacer una captura de aquellos mensajes o imágenes impropios, en tercer lugar, denunciar a la plataforma digital correspondiente el hecho y eliminar o bloquear al acosador en todos los perfiles sociales, avisar al centro escolar y denunciar en comisaria”, explica la doctora Salmerón.
“Es fundamental,- asegura la delegada provincial de Participación Ciudadana de Madrid- denunciar siempre el hecho a la policía, aunque el acosador sea menor de 14 años y por tanto se trate de una acto impune penalmente, de esta manera el fiscal tendrá constancia del 'historial delictivo' del acosar en caso de reincidir”.
En torno a un 80% de los casos de ciberacoso es la prolongación de un acoso físico. “Creer lo que el menor está contando, prestarle ayuda y solución de manera inmediata, alejar a la víctima del agresor, trabajar con el agresor para que entienda que no existe un mundo real y otro virtual, que el insulto o la vejación en redes sociales hace tanto daño como en la puerta del colegio o el instituto, o hacer que el agresor pida perdón a la víctima llegado el caso, son actitudes fundamentales para evitar que la situación derive en un cuadro psicológico peor”, explica la doctora.
El ciberacoso o ciberbullying somete a la víctima a una exposición vejatoria las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por lo que el índice de “depresión o suicidio es mayor en los menores agredidos a través de las redes sociales”, indica Salmerón.
Con respecto a esa intervención por parte del adulto, el doctor Antonio Jurado, presidente del Comité científico del Congreso, pone de manifiesto las carencias que, desde el área de la Pediatría, existen al respecto. En este sentido, la experta aboga por cubrir en las revisiones de los menores todos los espectros de la prevención en redes sociales.
“En un primer momento, deberíamos hablar con los padres y los menores, igual que hablamos de la seguridad en el hogar o en el coche, de la seguridad, los riesgos y los beneficios en las redes sociales. En una prevención secundaria, deberíamos acompañar a las familias, en tanto en cuanto, prestar atención y adelantarnos a la hora de percibir los primeros síntomas que pueden alertar que un paciente está sufriendo ciberacoso: tristeza, desinterés, bajo rendimiento escolar, introversión, etcétera. Y en un tercer escalón, diagnosticar y tratar de manera eficaz la depresión o la tendencia al suicidio que puede llegar a provocar el acoso”, sentencia.
También te puede interesar:
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?