vivir
vivir
Las personas aficionadas a la lectura sueñan con disfrutar de tiempo libre suficiente para sentarse cómodamente con un libro entre las manos y tener el silencio y la tranquilidad necesarios para poder zambullirse en sus historias.
Se trata de un placer más en la vida, por lo que, al margen de los beneficios intelectuales y cognoscitivos que pueda tener la lectura, que los niños puedan vivir desde pequeños de estas emociones es la ilusión de cualquier padre lector.
Fomentar el gusto por la lectura desde edades tempranas. Ya desde bebés son capaces de disfrutar manipulando cuentos. Es una gran equivocación relegar el acercamiento a la lectura al momento en que deben aprender a leer por necesidad.
Invitarles a disfrutar del placer de leer con el ejemplo. Los padres son el modelo donde sus hijos se miran para imitar.
Leer en familia. El acercamiento a la lectura se vive de manera placentera cuando les contamos cuentos a los niños y los escenificamos. Esto propicia que asocien la lectura a un momento placentero y divertido, que además refuerza el vínculo padres-hijos.
Buscar todos los días un pequeño intervalo de tiempo para leer. En la medida en que haya constancia, lograremos que lo interioricen como un hábito necesario y saludable.
Dejar a los niños que elijan los libros que quieren leer, según sus gustos y la edad que tengan. La motivación es clave para fomentar la afición por la lectura.
Poner los libros a su alcance. Se puede reservar un sitio en casa donde tener su pequeña biblioteca.
NOTICIAS RELACIONADAS:
- Decálogo para fomentar el ahorro y la educación financiera entre los más pequeños
- Cómo educar en las nuevas tecnologías