Las sardinas son ricas en Omega3 / Getty Images

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Las sardinas son para el verano

La sardina es un pescado azul rico en Omega 3, ácido graso insaturado que protege el sistema cardiovascular. Sin embargo, muchos niños miran con escepticismo un sencillo plato de sardinas a la plancha. Así disfrutarán de ellas...

Introducir este alimento en la época estival ayuda a relacionarlo con un ambiente más distendido y con las vacaciones, lo que hará que los niños lo acepten mejor al regreso a casa cuando se acordarán de sus días de descanso en familia al tomarlas.

En todas las recetas, lo principal limpiar con mucho cuidado y mimo los filetes de sardinas para evitar las molestas espinas. Una vez queden perfectas, sécalas con servilletas de papel y empieza con las diferentes preparaciones. Te proponemos cuatros recetas que les encantarán:

Empanada: Haz un sofrito al gusto, con cebolla, pimiento rojo o verde, puedes también incorporar berenjena y calabacín, incluso zanahoria. Cuando la verdura esté pochada, echa un tomate pelado y bien picado hasta que se fría. Si lo prefieres, puedes utilizar tomate frito. Extiende sobre una bandeja la masa de empanada, pon encima una capa de verduras y coloca los filetes limpios abiertos. Cierra con más masa, pinta con huevo y hornea hasta que se dore. Esta receta es ideal para llevar a la playa o de excursión. Se puede preparar una grande o en porciones individuales.

Hamburguesas: Esta preparación se puede hacer también con sardinillas de lata. Pica el pescado en trozos pequeños y mezcla en un cuenco con pan rallado, ajo picado o en polvo, perejil, una cebolla pequeña rallada, un huevo y un tomate pequeño también rallado. Debe quedar una masa jugosa pero maleable para poder darle forma. Puedes echar también alguna hierba aromática como el romero o el tomillo. Has bolas con la masa y dale forma de hamburguesa. Fríe en aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados y ya estarán listas para comer.

Rebozadas con tomate: Aquí el secreto está en elaborar una salsa casera de tomate y en un rebozado crujiente. Por un lado saltea ligeramente una cebolla y un pimiento rojo en una cacerola con aceite de oliva, echa luego varios tomates maduros, pelados y picados con sal y una cucharadita de azúcar. Cuando esté bien cocinado deja enfriar unos minutos y tritura. Reserva esta preparación. Con los filetes de sardina bien limpios y secos, pásalos por harina, huevo y harina de nuevo. Fríe en abundante aceite de oliva y pon a escurrir sobre papel absorbente. Pon en un plato los filetes de sardina con tomate y en una salsera el tomate frito para acompañar. No cubras el pescado con la salsa porque perderá su toque crujiente.

Paté: Pocha en una cacerola una cebolla y un tomate. Cuando esté listo, hay que incorporar unas hojas de laurel, un poco de pimentón, los filetes limpios de sardinas y un chorrito de vino blanco. Salpimentar y dejar cocer unos diez minutos. Deja enfriar la preparación y cuando pierda temperatura, retira el laurel y tritura. Cubre con film transparente y deja en el frigorífico hasta la hora de consumirlo. Acompaña con panecillos y deja que tus hijos se los sirvan de forma autónoma. Verás cómo lo disfrutan.