La decisión de coger en brazos y consolar a un bebé que llora o ignorarlo puede parecer una elección personal de los progenitores, sin embargo, las consecuencias de una u otra acción influirán en el cerebro del bebé de una u otra manera. Una crianza amorosa no es solamente una decisión educativa sino que moldea las conexiones cerebrales del bebé predisponiéndole a un futuro desarrollo con empatía, autocontrol y conexión con los demás.
En el libro ‘El amor maternal’, la psicoterapeuta y psicoanalítica Sue Gerharta explica por qué el amor es esencial para el desarrollo del cerebro en los primeros años, y cómo las interacciones tempranas pueden tener consecuencias duraderas para el futuro de la salud emocional y física. El éxito de su primera edición ha traído una segunda actualizada, abarcando los recientes descubrimientos científicos en materia genética y de conexión entre la mente y el cuerpo.
En esta segunda edición, revisada y ampliada, se incluye además un nuevo capítulo destacando la creciente comprensión de la influencia del embarazo en la formación del futuro bienestar emocional y físico del bebé. En este libro, Sue Gerhardt explica la importancia para el bebé del amor y cuidado materno, sobre todo en los primeros años de vida. Describe el impacto que las primeras relaciones en la infancia ejercen sobre el funcionamiento psicológico y las patologías de los adultos.
Sue Gerhardt conoció el desarrollo y la importancia de las nuevas tecnologías que estaban utilizando ciertos investigadores en distintas disciplinas: neurocientíficos, psicólogos de la Teoría del Apego, bioquímicos... tales como Damasio, que demostró la existencia de evidencias de que el área cognitiva dependía de las emociones; Le Doux, que estudió las funciones de la amígdala; Watt y Panksepp, que trabajaron de forma exhaustiva sobre la exploración de las emociones.
Este libro está dedicado a comprender la vida emocional en sus aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Algo que comienza con el inicio de la vida, una explicación biológica de nuestra psicología, de nuestros comportamientos con las personas con las que nos relacionamos, y de la regulación emocional, mostrando cómo las primeras experiencias emocionales pueden alterar la química del cerebro si no hay una buena relación madre-bebé, porque no se estimulen los circuitos cerebrales adecuadamente.
20 de enero-18 de febrero
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