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Si estás cansada de que tus hijos protesten los platos tradicionales de verdura puedes probar los trucos de la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados y preparar pizza y perritos calientes con verduras. Una sorpresa saludable para el paladar.
Mucha imaginación, colorido e incluso trampantojos, son necesarios para que los niños incorporen las verduras en su dieta diaria. Sin embargo, incorporar las verduras en la alimentación infantil es imprescindible para su salud presente y futura.
Solo tres de cada diez niños y adolescentes comen verdura una vez al día, y el 26% lo hace entre dos y cuatro veces a la semana. Unas cifras muy alejadas de las cinco raciones diarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.
El consumo de verduras entre los niños y adolescentes es insuficiente, y las cifras de sobrepeso y obesidad siguen siendo alarmantes. Cerca del 30% de los niños están en esta situación, por lo que se precisa de una correcta educación nutricional en la edad escolar, dado que es durante los primeros años de vida cuando se adquieren los hábitos alimentarios que se mantendrán durante toda la edad adulta.
Por tanto, la alimentación tanto en casa como en el colegio, es vital para la promoción de un estilo de vida que logre a su vez una mejor calidad de vida en la edad adulta. En este sentido, los alimentos verdes son un pilar básico en la dieta de los niños. Por su alto contenido de agua, las verduras facilitan la eliminación de toxinas del organismo, y ayudan a mantenerse hidratado. Son fuente de vitaminas, antioxidantes, ricas en fibra y ayudan a eliminar el exceso de líquidos, por eso es tan importante y beneficioso que los niños consuman verduras diariamente.
Para fomentar el consumo de vegetales entre los más pequeños, los expertos insisten en la necesidad de utilizar la imaginación a la hora de preparar los platos. Presentar las verduras de forma divertida, utilizar el máximo de variedades posibles, no repetir la misma verdura más de una vez a la semana, cocinarlas de maneras diferentes, probar recetas innovadoras, y aprovecharse de las ventajas de las verduras congeladas (rapidez y facilidad de preparación, entre otras) puede mejorar y mucho la alimentación infantil.
La imaginación ante los platos infantiles no debe tener límites, y existen infinidad de preparaciones: pastel, sopas, cremas, puré, incluso postres. Dado que las verduras congeladas mantienen las mismas propiedades que las frescas es un producto que se puede tener siempre en casa e improvisar.
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