Unos niños bebiendo un vaso de agua. / adobe stock

vivir

Hidratación para cuidar el cerebro de tu hijo

El calor no es el mejor compañero para los estudios y es especialmente importante prestar atención a la hidratación para mantener el cerebro en forma

Estamos en plena temporada de exámenes y los estudiantes tienen que dedicar horas y horas a conseguir su mayor rendimiento y alcanzar las mejores calificaciones. Unos exámenes que se producen en pleno ascenso de las temperaturas. El calor no es, desde luego, el mejor compañero para los estudios por eso es especialmente importante prestar atención a la hidratación para mantener el cerebro en forma. Y para ello lo mejor es beber agua.

Tan sólo la pérdida del 2% de agua en nuestro cuerpo puede causar pérdida momentánea de memoria según el Instituto de Investigación Agua y Salud, y la sed es ya, en sí misma, un síntoma de deshidratación, por lo que debemos adquirir una buena rutina y poner sobre la mesa del escritorio en el que estudian nuestro hijos una botella de agua. La deshidratación acarrea consecuencias muy negativas para los estudiantes dado que disminuye la capacidad de concentración, la memoria a corto plazo, aumenta la posibilidad de errores, dificulta la solución de problemas y ralentiza el pensamiento y los reflejos.

Tres cuartas partes del cerebro es agua, por lo que la mínima deshidratación ya tiene consecuencias aunque no sean dramáticas, o ni siquiera perceptibles. Los grupos especialmente sensibles, entre los que se encuentran los niños y jóvenes, en pleno crecimiento y desarrollo deben prestar más atención. Un cerebro bien hidratado funciona hasta un 14% más rápido que uno que no lo está, por lo que, si bien el agua es el mejor aliado del estudiante, se pueden sumar tentempiés ricos en agua como una rodaja de sandía o un vaso de gazpacho que les ayudará a los estudiantes también a recuperar numerosos nutrientes y a calmar el apetito.

Otra opción muy atractiva para beber agua es preparar agua de sabores, echando en una botella rodajas de limón, ramas de hierbabuena, cáscara de sandía, rodajas de pepino, manzana, canela o frambuesas. Una propuesta que cada día cambia de sabor y de color, haciendo que beber agua sea un juego o un descubrimiento nuevo. Así pues, para todos los que están en plena temporada de exámenes, agua mejor que café y ¡suerte!