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Doce consejos para empezar el cole con buen pie

Aunque al principio les cueste, los niños deben acostumbrarse a ir al colegio y tener una buena actitud.

Una madre llevando a su hija a la escuela. / adobe stock

Joaquina Dueñas
Joaquina Dueñas

Si tu hijo empieza este año el colegio por primera vez es posible que te sientas nerviosa, incluso si antes ha ido a la guardería ya que durante la etapa de infantil a los niños se les presupone una independencia sobre la que algunos padres tienen serias dudas, especialmente si los pequeños son nacidos a finales de año ya que a esas edades todavía se puede observar fácilmente la diferencia de edad de apenas unos meses.

Sin embargo, los niños tienen que pasar por ese momento y acostumbrarse a ir al colegio por lo que lo mejor es empezar por uno mismo y tener una muy buena actitud hacia la vuelta al cole.

Consejos para la vuelta al cole:

  • ¿Cómo vuelvo yo al trabajo? No se trata sólo de lo que se dice, sino de lo que se hace. Los niños están continuamente observándonos. Seguro que le ha visto hacer gestos en los que has descubierto tu propio reflejo. Presta atención a lo que dices cuando preparas tu regreso al trabajo, hazlo con ilusión y con una sonrisa y procura levantarte sin renegar continuamente

  • Periodo de adaptación. Es muy posible que durante la primera semana de colegio tu hijo tenga un periodo de adaptación. Si bien es un poco difícil para que se organicen los padres, resulta beneficioso para los pequeños. Además, es una oportunidad para entrar a clase, conocer el lugar en el que tu hijo va a pasar muchas horas, acompañarlo hasta la puerta o conocer a la profesora.

  • Relaciones fluidas. Procura que la comunicación que estableces estos primeros días con el tutor de tu pequeño se mantenga a lo largo de todo el año. A veces los horarios laborales son complicados, pero siempre es interesante comunicarse con el colegio a través de la agenda, por correo electrónico o acudiendo a tutorías. No se trata de controlar, sino de mantener abierto un canal de comunicación abierto y que el niño entienda que la familia y el colegio van unidos por su educación.

  • Horarios y rutinas Ten en cuenta que si tu hijo lleva levantándose todo el verano a partir de las 10 de la mañana le va a resultar muy difícil levantarse a las ocho el primer día de colegio y, desde luego, no estará de muy buen humor. Lo mejor es aprovechar los últimos días de vacaciones para adaptarse al nuevo horario. También podéis dedicar un rato cada día a hacer alguna tarea que le exija concentración: colorear, hacer un dibujo, un puzle o jugar con elementos de construcción.

  • Transmite seguridad. Si cuando dejas a tu hijo en la puerta del cole le abrazas como si no hubiera un mañana y se te humedecen los ojos llenarás a tu hijo de dudas. ¿Recuerdas lo bien que lo pasabas en el colegio con tus amigos? Para él es una nueva etapa que va a estar llena de descubrimientos y de experiencias fascinantes. Ayúdale a vivirlas con seguridad.

  • Objeto amigo. Aun así, siempre le puedes favorecer que se sienta acompañado permitiéndole llevar un juguete, muñeco, pulsera o talismán que le ayude a sentirse mejor. Puede ser un pequeño llavero comprado en las vacaciones o su juguete favorito. Pero ¡cuidado!, antes de proponérselo asegúrate de que le permiten llevarlo en el colegio. Así, cuando se sienta incómodo o inseguro en clase puede agarrarlo con fuerza y será un ancla que le permitirá estar mejor en un instante.

  • Sonrisa. Cuando esperes a tu hijo a la salida del cole espéralo con una amplia sonrisa. Aprovecha el trayecto de regreso a casa para que te cuente cómo ha sido la jornada. Tus preguntas pueden dirigir la conversación hacia una actitud positiva, por ejemplo, si le preguntas qué es lo que más le ha gustado del día, cuál ha sido el mejor momento o cuántas veces se ha reído con los amigos.

  • Puntulidad. Salir corriendo por la mañana mientras terminas de peinarle en el ascensor es una situación muy estresante para todos. Si es necesario pon el despertador 15 minutos antes y dale tiempo para vestirse, desayunar sin prisas, lavarse los dientes, incluso para que te pregunte sus dudas o te hable de sus miedos si tiene alguno. Así el camino al colegio estará lleno de serenidad.

  • Todo preparado. Algo que hace que puedas aprovechar mejor el tiempo por la mañana es dejarlo todo preparado la noche anterior. Además, el niño puede ayudarte y va a tener mejor disposición que por la mañana. Podéis preparar juntos la ropa que va a llevar, limpiar los zapatos y, por supuesto, preparar lo que necesite en la mochila y decidir qué llevará de desayuno al cole.

  • ¿Seguimos de vacaciones? Empezar el cole no significa que se acabe todo lo divertido. Todavía las tardes son largas y, aunque tu hijo tenga que acostarse temprano, seguro que queda algo de tiempo para poder ir al parque, bajar a jugar a la playa o salir con la bicicleta. Mientras el tiempo lo permita es interesante mantener algunas rutinas de ocio fuera de casa.

  • Paciencia. A veces a los niños les cuesta adaptarse y lloran cada mañana antes de entrar en clase. Lo normal es que una vez se cierran las puertas el niño se comporte con total naturalidad jugando con sus amigos y haciendo sus tareas. Es la forma que tiene de expresar su inseguridad. En estos casos es especialmente importante la puntualidad a la hora de recogerle para que no se sienta abandonado.

  • Profesional. En caso de que pasado el primer trimestre el niño siga llorando o que dentro de clase no consiga integrarse puede que sea el momento de pedir ayuda a un profesional. Esto no significa que tu hijo tenga un problema, es más, si lo tuviera, siempre es mejor intervenir lo antes posible. Lo principal es buscar soluciones para que tu hijo se sienta confiado, seguro y feliz en su entorno.

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