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Un estudio realizado por The Family Watch indica que la adicción a internet ha hecho que aumenten las agresiones en el seno de las familias. La cifra se ha incrementado en un escandaloso 200% en los últimos siete años. La adicción a los dispositivos móviles y a estar permanentemente conectados se ha convertido en un auténtico problema en algunos hogares.
El estudio 'Menores violentos, ¿un tema menor? Violencia filioparental y uso indebido de la tecnología', impulsado por el observatorio The Family Watch señala que las nuevas tecnologías suponen un dinamizador de la violencia en el seno familiar. El equipo de Sonsoles Vidal, abogada y directora académica del informe ha analizado 1.140 expedientes pertenecientes a Centros de Apoyo a la Familia de la Comunidad de Madrid que han dejado claro como el 15% de los menores condenados por violencia en la región lo son por las agresiones a sus progenitores.
Del mismo estudio se desprende que uno de los principales dinamizadores de la violencia es el uso indebido de los videojuegos y de internet dado su efecto adictivo. Esto, sumado a la falta de control parental, provoca en los menores de 16 años tal ansiedad que el hecho de retirárselos a modo de castigo supone en la familia un conflicto que llega incluso a las agresiones físicas a los padres con graves consecuencias. Si bien es cierto que la mayoría de las agresiones suelen ser verbales, no atajarlas a tiempo puede hacer que la violencia se incremente de forma escalonada llegando a las manos.
A pesar de que los datos son descorazonadores, se han comenzado a aplicar algunos programas específicos para tratar a estos menores y los resultados son esperanzadores ya que la recuperación alcanza el 70 por ciento.
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