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En 2016, Chimamanda Ngozi usó su perfil de Facebook para aconsejar a una amiga sobre la forma de educar a su hija en el feminismo. El post se viralizó y terminó convertido en libro ('Todos deberíamos ser feministas') del que extraemos 10 consejos para madres tanto de chicas como de chicos.
Sé una mujer plena. "La maternidad es maravillosa, pero no te definas solamente a través de ella”, dice Ngozi. Trabajar, viajar o disfrutar de tu ocio también es un mensaje positivo para tus hijos.
Hazlo todo en equipo. “A veces, las madres, tan condicionadas por hacerlo todo ellas, son cómplices a la hora de reducir el papel del padre”, avisa la escritora. No es solo cuestión de compartir responsabilidades, sino de que tus hijos asuman esa igualdad en el territorio doméstico como algo natural. El padre de tus hijos no te está ayudando, también es su trabajo.
Desecha los roles de género. No hay juguetes para chicos y juguetes para chicas. Lo mismo pasa con los colores. Y con las emociones: llorar o expresar los sentimientos no es patrimonio de las chicas. “Porque eres una niña” no es una razón válida para absolutamente nada”, escribe Ngozi.
Enseña a tu hijo a amar la lectura. Leer ensanchará sus horizontes, le ayudará a conocer otras maneras de pensar y a desarrollar el pensamiento crítico. Anímale a conocer la historia de mujeres célebres y pioneras.
Utiliza el lenguaje con cuidado y enséñale a hacerlo. Algunas palabras están cargadas de prejuicios y estereotipos. Algunas palabras hacen daño. Pero trata de evitar conceptos abstractos para un niño, como “misoginia” o “patriarcado”.
Rechaza el feminismo light basado en la benevolencia masculina. “Ser feminista es como estar embarazada. O lo estás o no lo estás”. Feminismo es igualdad en todas las facetas y las esferas de la vida.
Explícales que la biología no justifica el comportamiento y que las normas sociales las hacen los seres humanos y que, por eso, pueden cambiarse. “A menudo, se utiliza la biología para explicar los privilegios de los hombres”, argumenta Ngozi.
Habla con ellos de sexo y empieza rápido. “Es probable que a veces te resulte incómodo, pero es necesario”. Explícales que no es solo un acto físico, sino sobre todo emocional. Y nunca relaciones el sexo con la culpa o la vergüenza.
Enséñales sobre la diferencia. “Haz que la diferencia sea ordinaria. Haz que la diferencia sea algo normal”. Sobre todo, porque esa es la realidad dominante en el mundo global. Le estarás ayudando a encajar mejor en una sociedad diversa.
Cuéntales que no es su trabajo gustarle a nadie ni encajar en un modelo, sino ser una persona realizada, honesta y consciente de la igualdad del resto de las personas.
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