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Hay que tener en cuenta que el embarazo no es una ciencia exacta, cada bebé tiene su propio desarrollo y cada madre también, pero en torno a esta semana es cuando la madre siente por primera vez a su bebé moverse. No es realmente una patada lo que se siente, pero sí un movimiento ligero y ágil. Es uno de los momentos más emocionantes y una vez sentido, la madre espera con ganas que se vuelva a repetir para asegurarse de que no ha sido un sueño.
El bebé mide unos once centímetros y medio y pesa alrededor de los 100 gramos, lo que significa que ha duplicado su peso en apenas una semana. En su cerebro se están formando las neuronas y en la base de la lengua se comienza a desarrollar la glándula tiroidea para lo que necesita yodo procedente de la madre. Es muy posible que lleve ya tiempo tomando complementos de ácido fólico y de yodo.
En algunas zonas como las cejas empieza a crecer el pelo. Mueve continuamente las manos abriéndolas y cerrándolas. Unas manos en las que ya han crecido uñas. Sin embargo, no se aprecian ya que lo normal es que el bebé se observe casi siempre en las ecografías con los puños cerrados. Las piernas son largas, de hecho el fémur mide casi dos centímetros y las mueve con mucha frecuencia. Tanto en los brazos como en las piernas se aprecian perfectamente todas las articulaciones.
Como hemos dicho, el principal cambio que viven muchas mujeres en esta semana es sentir a su bebé. Se siente como un burbujeo o como un aleteo de mariposa. Suave y delicado.
Durante el embarazo es posible que tengas que ponerte algunas vacunas, las únicas que se recomiendan son las que tienen virus inactivos o bacterianas y los toxoides porque sí pueden utilizarse con seguridad durante el embarazo y la lactancia. Es el caso del tétanos, la difteria, el cólera, meningococo, neumococo, hepatitis A, B, la rabia o la polio. También se ofrece a las embarazadas la vacuna de la gripe durante la temporada de mayor contagio.
Los cambios en el cuerpo son cada vez más evidentes. Semana a semana aumenta el perímetro de tu cintura y en la semana 16 el útero ya tiene un considerable tamaño ya que tiene que aumentar al ritmo del bebé que se acelera cada semana. Sin embargo, mientras la parte física se incrementa, la hormonal se estabiliza, por lo que es posible que estés más tranquila que durante las primeras semanas, descansarás mejor y ya no tendrás sueño a todas horas.
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