Semana 22 de embarazo: comienzan las emociones

En esta semana de embarazo, el bebé ya pesa más de 400 gramos y se acerca a los 30 centímetros desde la coronilla hasta las nalgas. Su cerebro coge un ritmo vertiginoso de crecimiento, aumentando unos 90 gramos al mes y en su cara ya se distinguen perfectamente las cejas, las pestañas y los párpados, si bien estos últimos están todavía fusionados, por lo que no puede abrir los ojos.

Su sistema límbico, el que controla los sentimientos y las emociones, está en pleno desarrollo lo que hace que a partir de esta semana el pequeño empiece a tener cambios de ánimo. El feto puede reír, llorar o enfadarse frunciendo el ceño. Estos cambios son básicos asociados a sus cambios de estado de ánimo, son como ensayos de los que serán sus emociones.

El feto escucha desde hace una semana, tiene emociones, deglute líquido amniótico, tiene huellas dactilares… Apenas estamos en la semana 22 de embarazo y ya tiene rasgos como individuo independiente. No dudes en comunicarte con él a través de caricias, palabras y música. Habla con él y deja que tus familiares más cercanos también lo hagan. Después de nacer te darás cuenta de cuáles son los sonidos conocidos para el bebé.

Aunque es recomendable cuidar la piel desde el principio del embarazo hidratándola adecuadamente, todavía estás a tiempo de cuidarte para intentar prevenir las estrías en todo lo posible. Hazlo por la mañana y por la noche para lograr mejores resultados. El útero ya sobrepasa el ombligo y es normal que hayas aumentado tu peso entre cinco y seis kilos, por lo que la piel se estira considerablemente y todavía lo hará más.

También es posible que comiences a sentir como tu barriga se pone dura durante unos segundos y luego se relaja. Son las conocidas como contracciones de Braxton-Hicks, indoloras y sin consecuencias para el embarazo. Ayudan a la preparación de útero y de los tejidos de la pelvis para el parto, y pueden durar varios minutos hasta desaparecer igual que comenzaron, si ningún otro indicio.

A medida que avanza el embarazo se te pueden hinchar los tobillos, especialmente al final de día debido a la compresión de las venas por el útero y a los cambios hormonales. Esto te provocará pesadez e incomodidad. Lo mejor es tumbarte con las piernas en alto y aplicar geles refrescantes que ayuden a mejorar la circulación.

Los paseos suaves serán tus mejores aliados a partir de ahora y si puedes darlos a la orilla del mar aprovechando el frescor del mar favorecerá el retorno venoso. Procura no pasar muchas horas de pie sin moverte y a la hora de dormir hazlo sobre el costado izquierdo colocando una almohada entre tus piernas. Notarás cómo descansas mucho mejor al aliviar la presión.

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