Esta semana 30 de embarazo es la semana 28 de desarrollo del bebé. El embarazo entra en su recta final, a diez semanas vista de la fecha prevista de parto. La piel del bebé se sigue alisando y toma un color rosáceo debido a la acumulación del vernix caseosa, la grasa subcutánea que le ayuda a mantener la temperatura y que le será también imprescindible tras el nacimiento. Ya en el seno materno empieza a perder el lanugo, o vello corporal tal habitual en los bebés. En principio, llegado el momento del nacimiento a término, este lanugo está completamente perdido, aunque es habitual que quede parte en la espalda, incluso en los brazos.

El sistema digestivo y cada uno de sus órganos van asumiendo las funciones que tendrán tras el nacimiento y sus sentidos siguen avanzando gracias a la maduración del sistema nervioso que, en definitiva, es quien conecta los sentidos con el cerebro. A partir de esta semana puede notar sabores como el dulce o el salado y escucha mejor los sonidos graves como el latido del corazón de la madre lo que lo convertirá en un sonido muy relajante para él incluso tras su nacimiento.

Estas últimas semanas de embarazo es posible que te sientas más cansada ya que el peso del bebé provoca hinchazón de piernas, dolores de espalda y comienza a ser incómodo a la hora de dormir. Lo mejor es hacerlo acostada sobre un costado con las piernas flexionadas un cojín mullido entre las rodillas. Así aliviaras la presión de la barriga sobre la espalda, el perineo y la vena cava.

A lo largo del día es importante que cambies habitualmente de postura. Si pasas muchas horas sentada, será necesario que te levantes periódicamente para dar pequeños paseos y así activar la circulación de las piernas. Si por el contrario pasas muchas horas de pie, ve alternando el peso de tu cuerpo de una pierna a la otra y utiliza calzado cómodo. Procura sentarte y poner las piernas en alto tanto como puedas. Reducir la ingesta de sal ayuda a evitar la retención de líquido y, por tanto, mejora la hinchazón de piernas y muñecas.

El cansancio y los cambios hormonales pueden hacer que tus cambios de humor sean más acentuados. Es algo normal salvo en casos excepcionales en los que puede derivar en depresión. En general, las preocupaciones sobre el bebé, la incertidumbre del parto, el agotamiento y las responsabilidades cotidianas hacen que la mujer pueda estar más irritable.

Las clases de preparación al parto compartidas con la pareja ayuda a la mujer a sentirse más segura, mejorando ese estado emocional y en el último tramo del embarazo, poder centrarse en su cuidado personal en lugar de las preocupaciones del trabajo también proporciona estabilidad y bienestar.

En general, el estrés es uno de los factores de riesgo más importantes en los partos prematuros. El aumento de la edad de las mujeres embarazadas junto con una vida repleta de preocupaciones y obligaciones hace que cada día haya más partos prematuros y bebés con bajo peso. Por ello, meditar, caminar por la naturaleza y tener tiempo suficiente para descansar y para dormir son pautas necesarias para un embarazo saludable.

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