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En la semana 32 de embarazo el cerebro está desarrollado. Los últimos estudios ven escasas diferencias entre el cerebro del recién nacido y el del bebé de la semana 32 por lo que se estima que en esta semana el bebé ya puede crear sus primeros recuerdos. Puedes hablarle o ponerle música porque desde hace unas cuatro semanas ya escucha y favorecer la serenidad tuya y de tu bebé con sonidos relajantes.
El pequeño pesa ya cerca de dos kilos, (en torno a 1,8 kilos) y mide unos 42 centímetros de la cabeza a los pies. En los dos meses que restan de embarazo el bebé cogerá medio kilo al mes, hasta llegar a un peso final de tres kilos o tres kilos y medio ya que bajo su piel se está acumulando la grasa necesaria para sobrevivir fuera del útero.
Sus uñas ya han crecido completamente y algunos niños tienen pelo que sigue creciendo mientras que otros apenas tienen la cabeza cubierta con un vello suave. Sus movimientos son enérgicos y constantes. Como ahora tiene mucho menos espacio puedes notar en qué postura está. Generalmente en esta semana los bebés adoptan la postura definitiva para el parto, cabeza abajo. Sólo el cuatro por ciento de los niños se queda de nalgas.
Todos los órganos del bebé hacen ‘prácticas’ de sus funciones y se preparan para la vida en el exterior. De hecho, las posibilidades de supervivencia si naciera esta semana son del 90 por ciento. Eso sí, todavía necesitaría medicación para la maduración final de los pulmones.
La madre se siente cada día un poco más pesada aunque está recomendado mantener una vida activa normal salvo indicación en contrario por parte del médico. También es muy interesante realizar los ejercicios de respiración y de fortalecimiento de los músculos perineales. Su fortalecimiento ayudará a evitar las perdidas urinarias durante el embarazo y posteriormente y mejora el control durante el parto. Al final del embarazo también es posible que se despierte el apetito sexual de forma más intensa. En este sentido, pueden mantenerse relaciones sexuales con normalidad.
Respecto al peso, ten en cuenta que tu bebé está ahora engordando alrededor de medio kilo al mes por lo que es normal que en este tramo final tu peso se incremente a más velocidad. Si se siguen las rutinas de alimentación saludable y de ejercicio físico todo quedará en parámetros normales.
Con el crecimiento del bebé y la presión en la espalda cambia el centro de gravedad de la mujer por lo que es normal que te sientas más insegura o ‘torpe’ al caminar. Hay mujeres que cuentan que se golpean más de lo habitual con los muebles y es habitual algún tropezón, incluso caída. En caso de golpe fuerte es importante acudir a una revisión para comprobar que el bebé no ha sufrido ninguna contusión.
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