Vuelve 1923: esto es lo que nos espera en la segunda temporada de la precuela de Yellowstone

La espera ha terminado. Más de dos años después de que se emitiese el desenlace de la mejor precuela de Yellowstone regresa hoy a SkyShowtime para seguir contándonos las historias de la familia Dutton y su lucha por conservar el rancho familiar. Vuelve 1923 y esto es lo que nos espera en su segunda (y última) temporada, en la que el sufrimiento, como no podía ser de otra manera, parece asegurado.

Hagamos memoria, que falta nos hace después de tanto tiempo. La tragedia familiar ocurrida en Montana, y provocada por Donald Withfield, el magnate de los negocios, pone en peligro la supervivencia de Jacob y Elsa. Y por eso los personajes de Harrison Ford y Helen Mirren piden ayuda a su sobrino Spencer, que se encuentra al otro lado del mundo pero no tarda en ponerse en marcha junto a Alex, su nuevo amor. Hasta que un incidente del pasado les separa y les obliga a viajar a Montana por separado.

Tenemos claro que, a la vista de que conocemos el rancho en la actualidad, no son los terrenos familiares lo que más nos preocupa en la segunda temporada de 1923, sino las víctimas que se cobrará la lucha de los Dutton por mantenerlos. Bueno, eso y cuándo se reencontrarán Spencer y Alex.

Antes de que tenga lugar la última batalla entre Donald Whitfield y Jacob Dutton, Cara y él, junto al resto de su familia, deberán enfrentarse a otro peligroso enemigo, el invierno. Porque cuando llega el verdadero frío y las tormentas de nieve a esa parte del mundo, todo parece hibernar y la vida se llena de amenazas.

Por eso Cara asume a regañadientes que Jacob acuda a la ciudad para resolver una de las incógnitas que quedaron pendientes en la primera entrega de 1923: ¿qué le depara el futuro a Zane y su familia después de que la mujer de este fuese encarcelada por la ley contra los matrimonios interraciales?

La matriarca de los Dutton no solo está preocupada por lo que el peligroso recorrido depare a su marido y sus hombres, también porque el rancho es un lugar expuesto a infinidad de amenazas y aunque ella no se amedrenta, Elizabeth no parece estar afrontando el invierno de la mejor manera posible.

Y lo cierto es que la naturaleza tampoco ha sido especialmente benévola con esta joven que, al enamorarse de Jack Dutton, probablemente esperaba una existencia más placentera de lo que la vida le ha ofrecido en los últimos tiempos.

Al igual que los Dutton, Whitfield también está esperando a que termine el invierno, pero mientras tanto, no deja de ver una oportunidad de negocio en cada lugar en el que posa su mirada. Y cuando descubre las posibilidades que ofrece algo tan ajeno como el esquí, visualiza los réditos económicos que podría obtener de seguir explotando la naturaleza en su propio beneficio.

Mientras Banner Creighton, el personaje de Jerome Flynn, es consciente de los peligros que conlleva trabajar junto a Whitfield, pero está dispuesto a todo para asegurarse el bienestar de su familia. Aunque eso suponga poner en riesgo su vida.

Sinceramente, no sabemos cuándo se producirá el momento más esperado de los fans del universo Yellowstone en los últimos dos años. Pero lo que sí que podemos asegurar es que, aunque les separen mares y montañas, la pasión que sienten los personajes de Brandon Sklenar y Julia Schlaepfer por el otro no entiende de distancias ni de tiempo.

En el comienzo de la segunda entrega de la precuela de Yellowstone nos encontramos a Spencer, al que llaman «cazador de leones», en la bodega de un barco, ocupándose de que no le falte combustible. Pero también de que todo transcurra con normalidad y no se produzcan abusos, una empatía que le complicará algo la vida, aunque le servirá para conocer a personas que resultarán fundamentales en su viaje al hogar familiar.

En cuanto a Alex, obligada a regresar a su Inglaterra natal, deberá dar con la fórmula para encontrarse con Spencer y de llegar a Montana, o de conseguir ambas cosas a la vez. Y necesita lograrlo pronto, aunque su familia no parece dispuesta a ponérselo fácil. Por ella misma y por el carrusel de emociones que experimentan los espectadores ante el futuro de esta entrañable pareja que, para muchos, ha sido el mayor atractivo de la segunda precuela de Yellowstone.

No podemos terminar sin mencionar a Teonna Rainwater, la joven perteneciente a la tribu de los crow que tuvo que escapar de una institución educativa para terminar con los abusos que sufría. Perseguida por las autoridades, que la buscan sin descanso y sin importar las víctimas que se cobren en el intento, contará con los mejores aliados para tratar de lograrlo. Pero, como es una constante en 1923, los peligros que le acechan son constantes.