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Aladdín tiene el look y la alfombra mágica, pero ella tiene el dinero y el poder de decisión por lo que, desde Stylighy nos proponen una historia en al que ambos vuelan juntos a París para una jornada de shopping.
¿Quién necesita un príncipe cuando has vivido la mayor parte de tu vida bajo el agua? Por fin Ariel puede disfrutar de su soltería y decir lo que piensa. ¿Qué hará el día de San Valentín? Por supuesto, tendrá la mayor fiesta de su vida entre alcohol, outfits llamativos y gafas de fiesta brillantes. ¡Soltera y orgullosa de ello!
En la película, Bella se enamora de Bestia, un apuesto príncipe convertido en un monstruo por una maldición. El hechizo se acaba rompiendo y la Bestia vuelve a ser el atractivo hombre de cabello rubio y ojos azules que era. ¿Un final decepcionante? Si consideramos que la hermosa chica francesa se enamoró del interior de la Bestia quizá prefiera ponerle una máscara...
La Bella durmiente tenía sólo 16 años y podía haberse divertido un poco. Nos gusta pensar que es una adolescente moderna que haría cualquier cosa por amor, ¡sobre todo en el día de San Valentín! Por eso, se hace un tatuaje con la palabra Príncipe. ¡Y esta vez no se queda inconsciente al tocar la aguja!
La vida no gira en torno a un príncipe, Cenicienta lo sabe. “Stilettos primero” es su lema. Por supuesto, después de aquella cita con el Príncipe en la que la chica Disney perdió su zapato de cristal, ¡tenían que celebrar su amor con un gran zapato!
La villana de la Bella durmiente bien podría haber sido la “amante del mal”. En Stylight han imaginado a una bruja a la que le gustan los corsés.
