vivir
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Durante seis temporadas Alicia Florrick bebió, cada noche en su casa, una copa de vino. Tiene gracia: en los Estados Unidos reales sigue predominando el consumo de cerveza y hasta de esa leche que tomaban de noche los personajes de series de los 80, pero los de hoy beben vino. Y eso hacía Alicia.
Tras lidiar con los otros protagonistas de la serie, su marido y el asesor de este Eli, que algún día, si existe la justicia, tendrá su propia serie: Better call Eli Gold, y con clientes, fiscales, abogados rivales, jueces extravagantes, en fin, con todos esos secundarios que 'The good wife' ha sabido configurar como seres memorables, con la convicción de que tenemos reserva de cariño para cientos de entes de ficción, Alicia llegaba a su casa agotada.
Y la copa de tinto servía para evacuar la tensión y rematar el día. Aunque en ocasiones se tomaba unos chupitos de tequila con Will Gardner, su amor imposible, o con Kalinda Sharma, la investigadora sexy y destroyer del bufete, la copita de vino era sagrada. Hasta que llega esta temporada y Alicia se pasa definitivamente a los margaritas, cada vez más cargados de tequila.
En la carta que Michele y Robert King, creadores de la serie, escribieron a los fans para explicar la muerte de Will, dicen que la obra podría titularse 'La educación de Alicia Florrick'. Como en la picaresca clásica, se trata en realidad de su corrupción, es decir, de su madurez.
A medida que se van sucediendo las capas de derrotas, Alicia sube la graduación alcohólica y empieza a endulzar con cócteles los malos tragos. En el despacho de Diane, su antigua jefa, su posterior asociada, su actual rival, nunca falta el whisky. La bebida actúa en 'The good wife' como una metáfora de la masculinización de las mujeres fuertes y exitosas.
Ni Diane ni Kalinda ni Alicia están felizmente casadas, pero no ahogan sus penas en alcohol. Su triunfo laboral supone enfrentarse diariamente al poder masculino (policías, jueces, políticos). Consciente o inconscientemente, asumen hábitos que tradicionalmente no les habían pertenecido. Destierran al pasado la sumisión femenina de 'Mad Men'. Y construyen un futuro serial en que las mujeres reclaman el turno del relevo.
Cada vez son más, por suerte, las series escritas, dirigidas, protagonizadas por ellas. La tercera edad de oro de la televisión será femenina o dejará de ser dorada.
Protagonizada por Julianna Margulies en el papel de Alicia Florrick, es una serie que mezcla el drama legal y el político. Ella es abogada y la esposa del gobernador de Illinois. En siete temporadas se ha consolidado como una de las grandes series del momento. Margulies ha ganado un Globo de Oro y dos Emmy por ese papel. Su fondo de armario es uno de los más envidiados de la teleficción actual.