Las lágrimas del mundo

"Las lágrimas del mundo son inmutables.Cuando alguien empieza a llorar aquí, alguien deja de llorar en otra parte".

Genoveva Casanova
Genoveva Casanova

Pasear por los oscuros pasillos de los adentros del laberinto pesimista de Samuel Beckett sobre la condición humana es toda una experiencia. El experimentalismo que tradujo a los escenarios en lo que se conoce como el teatro del absurdo le llevó a producir una de las obras de teatro más interesantes del siglo XX.

Dotada de un humor negro y sórdido, Esperando a Godot es la mayor representación de todo un esfuerzo por romper convenciones artísticas y por profundizar en el drama del hombre sin Dios y sin sentido de la posguerra. El estado psicológico y emocional de la crisis que se manifiesta en el pensamiento existencialista.

Ambos elementos se desdoblan en una tragicomedia tejida con un lenguaje brillante y sobrio que influyó enormemente en todos los ámbitos del arte. No hace falta una trama para contar algo, no hacen falta palabras para transmitir pensamientos.

Aun así, y precisamente por ello y por la repetitividad que encontramos en ella, la obra consigue simbolizar la carencia de sentido de la vida, el hartazgo y la falta de impulso que sufre el hombre del siglo XX. Sin adornos ni esfuerzos estéticos, resulta realmente una pieza teatral deliciosa.

Con fría pero enorme gracia y elegancia, reta a los convencionalismos de la época e invita a reflexionar sobre la actitud de los individuos y de las masas con respecto a sus dirigentes, con respecto a la religión y con respecto a sí mismos. Sobre la inmensa soledad que eso le supone y sobre la intolerable sensación de desamparo que lo consume.

Todavía recuerdo la primera vez que la vi representada... La fascinación con la que salí de aquella sala. Vladimir y Estragón debajo de aquel árbol... con su interminable espera de algo que nunca ha de llegar. Al menos, queda un pequeño consuelo cuando se oye la frase: "Las lágrimas del mundo son inmutables. Cuando alguien empieza a llorar aquí, alguien deja de llorar en otra parte".

La Nuca Teatro representa Esperando a Godot, de Samuel Beckett, en el Teatro Alfil de Madrid, hasta el 19 de junio.

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