Terence Donovan: una mirada pop

Si el Swinging London despertó admiración universal en los años 60, fue en gran parte gracias al trabajo de la trinidad negra: Brian Duffy, David Bailey y Terence Donovan. Los tres dedicaron todo su entusiasmo y su considerable talento a fotografiar a los rostros visibles de aquel Londres vital, juvenil, noctámbulo y escandalosamente atrevido.

Todo un cambio de registro para Donovan, que había crecido entre las ruinas del Londres de la posguerra y que abrazó el espíritu luminoso de aquella juventud dispuesta a todo.

Este verano, un libro y una exposición reivindican al gran fotógrafo. Terence Donovan: Speed of Light (del 15 de julio al 25 de septiembre), la muestra que le dedica a Donovan la Photographers Gallery de Londres, es un homenaje a las muchas facetas del artista dirigió más de 3.000 anuncios, realizó videoclips y hasta escribió un libro sobre yudo, con profusión de imágenes inéditas y experimentales.

Por su parte, Portraits, de la editorial Damiani, se centra en el retrato, el género preferido del británico, al que nunca renunció en 40 años de carrera: ya se tratara de celebrities, personalidades pop o retratos oficiales (ante su objetivo pasaron desde Yasser Arafat a la familia real británica), Donovan siempre mostró talento para capturar toda la fuerza de una mirada, una actitud o un espíritu complejo.