Festivales de verano: puro teatro

Este año, la programación de los madrileños Veranos de la Villa es más variopinta que nunca. Hay circo marroquí, poetwitters, músicos de quiosco de parque y competiciones de cometas. Entre tanta creatividad, destacamos la adaptación a la danza de El jardín de las delicias, del Bosco.

La compañía de Marie Chouinard celebra así el quinto centenario del pintor y lleva el preestreno a las Naves del Español (del 26 al 28 de julio). Chouinard estará también en el festival de Aviñón, con Soft virtuosity, still humid, on the edge. Otras estrellas del evento francés (que cumple 70 años y estrena nueva sede, la FabricA) serán nuestra Angélica Liddell (¿Qué haré yo con esta espada?), el retorno de la Comédie Française tras 24 años de ausencia o el teatro casi mudo de El país de Nod.

Sin embargo, si una ciudad cambia su faz gracias a un festival, esa es Edimburgo. En agosto, la capital escocesa se convierte en un festín para los amantes del arte con platos fuertes como los monólogos de Amy Schumer, la danza hipnótica de Natalia Osipova o la agria visión de Ricardo III de Thomas Ostermeier.

Y no hay que olvidar el pequeño y sin embargo delicioso festival de Glyndebourne, que hace de la ópera un espectáculo para todos los públicos. Su Barbero de Sevilla llenará de pasión esta mansión señorial ubicada en la comarca de Sussex (Inglaterra).