Marilyn Monroe: más allá del mito

Este año, Marilyn habría cumplido 90 y seguramente habría sido una ancianita con mucho que contar. Pero salió de esta vida por la vía rápida, dejando a sus admiradores estremecidos por la desolación que dejaba entrever su oscuro suicidio.

Desde entonces, ha sido objeto de homenajes de todo tipo: canciones (Candle in the wind, Who killed Marilyn), películas (My week with Marilyn), series (Smash)... Y su imagen ha ido evolucionando, desde la rubia boba y seductora (al fin y al cabo, fueron los papeles que le dieron la fama), hasta el de niña abandonada, solitaria y llena de conflictos, un juguete roto saqueado por todos.

Whoopi Goldberg, mujer poco sospechosa de frivolidad de género, acaba de comisariar una exposición sobre ella en una galería de New Jersey, centrada en sus poemas y dibujos. Y una gran muestra en Berlín celebra la vida y el trabajo de la belleza rubia. En A Life in Pictures (del 3 de noviembre al 14 de enero), la galería Hiltawsky expone 70 fotografías, tanto icónicas (el vestido flotante de La tentación vive arriba) como raras (una imagen de un anuncio de chocolates de 1946).

Todo un homenaje a una artista poco comprendida que, de seguir viva, probablemente se habría sumado a la actual reivindicación salarial de las actrices de Hollywood. Al fin y al cabo, en su última película, Somethings Got to Give, cobró cinco veces menos que Dean Martin.